La cumbre más alta de Dinamarca, el Yding Shovhoeg, tiene 173 metros de altitud. Una tachuelilla. Pero a pesar de la escasez de puertos, el país nórdico puede presumir de tener un ganador del Tour de Francia, Biarne Riis en 1996; un equipo en el UCI ProTour, el CSC, y ahora también al mejor escalador, porque Mickael Rasmussen (Toelloese, 19-1-1975) se coronará mañana en París como el sucesor de Richard Virenque en el Gran Premio de la Montaña.

A sus 30 años, Rasmussen ha alcanzado sus cotas más altas en este Tour, donde además ha ganado la 11ª etapa de Briançon y hoy luchará con Jan Ullrich por mantenerse en el podio. Anteriormente ya demostró ser un gran grimpeur. En su palmarés figuran un triunfo en Cauterets (Vuelta a España 2003) y otro en las Lagunas de Neila (Vuelta a Burgos 2002).

Rasmussen se convirtió en profesional de ruta hace relativamente poco, en 2001, pero para entonces ya era un ilustre del ciclismo, porque había sido campeón del mundo de mountain bike (BTT) en 1999. De esa época procede su apodo de Chicken (Pollo), que se lo pusieron en la selección de Dinamarca por su parecido a un personaje de dibujos animados de aquel país, un pollo con las patas muy finas.

Mickael también conoció en esos años a su novia, la mexicana Cariza, de la que espera su primer hijo a finales de año. Este Tour lo ha preparado aprovechando los beneficios de la altitud del país de su pareja, donde permaneció un mes entrenándose después de retirarse del Giro por una lesión.

El danés tiene fama de meticuloso en su trabajo. Erik Dekker, preguntado por su compañero, le definió un día como "simplemente, un ciclista". Porque Mickael es tan profesional que cuida hasta el más mínimo detalle con obsesión. Este año pesa 58,5 kilos, 1,5 menos que en 2004, para subir mejor. Pero el ejemplo más radical de su perfeccionismo es cuando hizo cambiar las pegatinas de un maillot para bajar 200 gramos.