España suma tres medallas

Piragüismo | Europeo de Maratón

España suma tres medallas

La selección cierra su participación con un oro logrado por Manuel Busto y Oier Aizpurua, y una plata conseguida por Naiara Gómez y Amaya Osaba

La medalla de oro lograda por Manuel Busto y Oier Aizpurua, y la plata de Naiara Gómez y Amaya Osaba, ambas en K-2, ampliaron en la jornada de clausura el medallero de la selección española, que cierra el Campeonato de Europa de piragüismo en la modalidad de maratón con tres medallas en sénior y otras tantas en júnior.

El Europeo'05 finalizó en la ciudad checa de Tyn nad Vltavou, donde el resto de la representación española ofreció un cuarto puesto de Olatz Alkorta y Tania Lois, en K-2; el quinto de Jorge Alonso y Santiago Guerrero, en K-2, y Óscar Graña y Ramón Ferro, en C-2; mientras que Fernando Busto y Alberto Longa, fueron octavos en C-2.

Una espectacular llegada al sprint del K-2 masculino con Busto y Aizpurua manteniendo la superioridad con la que se comportaron en los 36 kilómetros de su regata, con los dos barcos húngaros intentando rebasarlos, brindó una llegada más propia de una final de una prueba de velocidad que de larga distancia.

Los éxitos obtenidos por los palistas sénior se unen a los conseguidos por el equipo júnior, el actual campeón del mundo, que finalizó el Europeo con tres medallas, dos de oro, lograda por Joaquín Nachón, oro en K-1, y en K-2 junto a Daniel Esteves, y a la plata de Beñat Aizmendi, en C-1.

Cumplieron los pronósticos

En K-1, los vigentes campeones del mundo de la distancia, el asturiano Manuel Busto y el vasco Oier Aizpurua inscribieron su nombre en el historial del Campeonato de Europa con una actuación en la que han respondido desde el inicio al pronóstico que les colocaba como favoritos.

Durante los 36 kilómetros que configuran el recorrido total a un circuito al que los kayakistas tenían que dar 5 vueltas con otros tantos porteos, Busto y Aizpurua no ofrecieron ninguna concesión a unos rivales con los que tuvieron que jugarse el campeonato, mientras que el segundo barco español, Jorge Alonso y Santiago Guerrero, implicados en algún problema en la recta de salida quedaron relegados a un posición que les obligó a un gran remontada.

Las embarcaciones húngaras -Attila Jambor e Istvan Salga y Viktor Szakaly y Krisztian Szigeti- y los checos Martin Kolanda y Tomas Jezek formaron junto a los actuales campeones del mundo un selecto grupo de cuatro embarcaciones que llegaron en solitario al primer porteo, situado apenas superados los 7 primeros kilómetros de recorrido.

La pugna por las tres plazas de podio parecía limitada ya a estas cuatro embarcaciones. El asturiano y el vasco marcaban la carrera, se permitían un respiro quedando a la ola, unas veces de los húngaros y otras de los checos, que eran jaleados por su público que celebraba el liderato de sus palistas.

Los porteos, claves

Los porteos han dictado algunas de las claves de la carrera. Busto y Oier lograron siempre su objetivo de llegar los primeros al porteo y fueron siempre los primeros en desembarcar, en el tercero los dos barcos húngaros cuyos palistas se disponían a iniciar la carrera a pie con una ligera ventaja tropezaron entre ellos y cedieron esa diferencia.

El cuarto porteo, de nuevo con las dos embarcaciones húngaras, la española y la checa como protagonistas, y otra vez con Busto y Aizpurua los primeros en el desembarco llegó un susto para el equipo español cuando el vasco no pudo sujetar la piragua y se le escapó al suelo, arrastrándola Busto unos metros; un traspié que no tuvo mayores consecuencias al no sufrir daños el timón, colocado en la parte trasera.

Aún restaba un porteo, determinante para el desenlace de la carrera ante la igualdad en el grupo de cabeza, que se mantenía estable con las cuatro embarcaciones que habían aguantado durante todo el recorrido. Corrieron más rápido los checos, y Attila Jambor e Istvan Salga llegaron primero a embarcar, pero en esa acción, la pericia de los españoles les permitió recuperar y salir los primeros.

Busto y Aizpurua encararon los últimos 2.000 metros marcando la prueba, llegaron con ventaja a la ciaboga que les situaba de vuelta para acometer la recta de llegada en la que se plantaron con una considerable ventaja, ya sólo con los dos barcos húngaros siguiéndoles la estela. Primero uno y después el otro, lanzaron un último esfuerzo con un incremento de ritmo tan fuerte que contribuyeron a un final que los españoles resolvieron imponiéndose en un sprint más propio de las pruebas de pista.

Alonso y Guerrero fueron quintos tras ceder en los últimos 300 metros la cuarta plaza, que les arrebataron los eslovacos Tomas Stano y Norbert Dorkovic en un sprint al que los españoles llegaron después de una espectacular remontada.

Gómez y Osaba, subcampeonas

En mujeres, también el K-2 español de Naiara Gómez y Amaya Osaba acreditó una recuperación que les aupó al título de subcampeonas de Europa en una competición en la que se habían quedado prácticamente descolgadas de la cabeza de carrera en algunos instantes de la misma.

Tal fue su mejoría que en la recta final, a falta de 700 metros, las españolas lideraban la carrera, pero terminaron acusando el sobreesfuerzo y fueron superadas en el sprint por el barco checo, que entró en volandas ayudado por el griterío entusiasta de los cientos de espectadores que presenciaban el triunfo de sus compatriotas.

El otro K-2 femenino, el de las vascas Olatz Alkorta y Tania Lois terminó en cuarto lugar después de una regata en la que las jóvenes tripulantes fueron lideres en muchas fases y exhibieron una soltura muy prometedora de cara al futuro.

En C-2, las canoas de Fernando Busto y Alberto Longa, que fueron octavos, y Óscar Graña y Ramón Ferro, quintos, se mantuvieron en puestos intermedios, próximos a conectar con la cabeza de carrera, pero en el caso de ambas embarcaciones les resultó imposible acceder a un podio al que checos, húngaros y portugueses vigilaron siempre de cerca.