Arturo Casado es un atleta de extraordinaria clase y potencia, que se ha hecho preparándose con Arturo Martín, el mismo técnico que se hizo cargo de Alberto García, del que Casado se declara ferviente admirador. Casado nació en Madrid en 1983, curiosamente el año en que comenzaron a disputarse los Mundiales, también en Helsinki. Ha ido progresando poco a poco: campeón de España júnior en 2001 y 2002, de la categoría Sub-23 en 2004... hasta estallar en esta temporada.

En 2005 ha obtenido éxito tras éxito. En los Campeonatos de Europa en pista cubierta del resucitado Palacio de Deportes de Madrid terminó tercero, tras el ucraniano Ivan Heshko y los españoles Juan Carlos Higuero y Reyes Estévez, que sólo fue capaz de batirle por cuatro centésimas de segundo. Fue el salto a la fama de Arturo, a pesar de esa medalla de chocolate.

Curiosamente, estos cuatro atletas se verán las caras mañana en la final mundialista de Helsinki, lo que da mucho prestigio a aquella carrera de Madrid.

Luego vinieron más éxitos: victoria en los Juegos Mediterráneos de Almería y en los Europeos Sub-23 de Erfurt (Alemania). Y su triunfo inapelable en los Campeonatos de España de Málaga, por delante de Estévez e Higuero, compañeros en la Selección, pero rivales mañana.

En las series y las semifinales de los Mundiales de Helsinki sólo Rachid Ramzi (Bahrain) ha dado mejor impresión que él. Ya ha cumplido su objetivo, que era la final. Pero ahora las metas han cambiado.