En los Mundiales de 1999, Iván Gutiérrez se proclamó campeón del mundo Sub-23 de contrarreloj en Treviso. El cántabro batió entonces por un raquítico segundo a un australiano, Michael Rogers. Aquel chico, al que apodan Dodger (algo así como el Pícaro) en rima con su apellido, se tomó ayer la pertinente revancha derrotando al español en la crono de Madrid, en la Casa de Campo.
Para Rogers era seguramente un duelo menor, porque el australiano se medía a un rival mucho más grande: la Historia, con mayúsculas. Dodger se convirtió ayer en el primer ciclista que conquista tres veces el título mundial de contrarreloj. Michael no ganó en Hamilton 2003, sino David Millar, pero el británico fue descalificado después por dopaje y la corona pasó al segundo clasificado. El año pasado, la UCI le dio la medalla en Bardolino por la mañana y esa misma tarde se proclamó campeón mundial 2004. Dos oros en un mismo día. Anecdótico.
Pero lo que Dodger considera un duelo menor, para Iván Gutiérrez se ha convertido en un reto casi obsesivo. "No me voy a retirar tranquilo hasta que no sea campeón del mundo de contrarreloj", dijo ayer el cántabro. La culpa la tiene una foto, la imagen de su oro Sub-23 que guarda enmarcada en casa. Cada vez que la mira, Iván ve a Michael Rogers a su lado, un peldaño por debajo, derrotado Michael tiene hoy tres títulos mundiales y 25 años, uno menos que Gutiérrez. Y a Iván le hierve la sangre de pensarlo. "A éste ya le he ganado", debe martillear la foto en su cabeza. Iván Gutiérrez anduvo ayer más cerca que nunca de su objetivo, sí, pero también a un soplo de perder la plata, porque el suizo Fabian Cancellara, otro rival de futuro con 24 años, se quedó con el bronce por sólo ¡doce centésimas!
75 minutos de espera.
Un problema de Iván es que a veces parece que le ha mirado un tuerto. Se cayó el año pasado en los Juegos Olímpicos, otras dos veces en la última Vuelta Ayer iba todo bien hasta que a mitad del recorrido se le averió el manillar en un bache. No le impidió continuar, pero se desconcentró. Para colmo, la UCI le colocó muy atrás en el orden de salida, una hora y cuarto antes que 'Dodger'. Corrió sin referencias y, encima, vivió una espera de taquicardía hasta que llegó y le batió el último corredor, un tal Rogers, su obsesión
Por cierto, Rubén Plaza también lo hizo a lo grande, pero quedó eclipsado por la plata de Gutiérrez. El alicantino acabó cuarto, a 21 segundos del podio, sólo cuatro días después de terminar sexto en la Vuelta y cinco después de ganar la contrarreloj de Alcalá. Tiene 25 años. Aquí también hay mucho futuro.
