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Vela | Volvo Ocean Race 2005-06

Tres barcos varados y dos navegan con daños

Bruce Farr es el diseñador responsable de cuatro embarcaciones

Actualizado a
<b>CORTANDO LAS OLAS. </b>El Movistar navegaba a gran velocidad sacudido por las olas antes de sufrir los desperfectos. Según el equipo, el barco chocó contra algún objeto.
movistar

El caos se ha adueñado de la primera etapa de la Vuelta al Mundo, la Volvo Ocean Race, que comenzó el pasado sábado en Vigo. Con sólo cuatro jornadas de navegación, tres barcos tuvieron que refugiarse en puerto para ser reparados y otros dos navegan con daños que les obligarán a ser asistidos tarde o temprano. La fuerza del viento y el mar y posibles fallos de diseño en los VO70, los Fórmula 1 de la vela, han dejado coja a la regata más extrema, en la que sólo toman parte siete equipos con presupuestos que van de los 12 a los 25 millones de euros.

Dos de los barcos que permanecen varados, el Movistar español y el Piratas del Caribe estadounidense, fueron diseñados por el neozelandés Bruce Farr en su base de Annapolis (Maryland, EE UU). El Brazil 1 y el sueco Ericsson, que eran en la tarde de ayer primero y segundo, también sufren daños que les causaron inundaciones durante los dos primeros días, que ahora han solucionado pero que les obligarán a corregir fallos que podrían ser estructurales en Ciudad del Cabo (llegada prevista el 4 de diciembre). Eso si consiguen arribar a Suráfrica. "Hemos sufrido filtraciones con condiciones de vientos fuertes y olas altas", confirmó ayer Kiko Pellicano desde el Brazil 1.

Técnicos en Portugal. Y es que los problemas de estos cuatro veleros ingeniados por Bruce Farr, según opinión de los técnicos enviados por la propia organización Farr Yatch Design a Cascais y Portimao donde están atracados el Piratas y el Movistar respectivamente, se podrían deber a fallos de diseño. Unos errores que pueden tener solución pero que ya han provocado problemas en cuatro embarcaciones cuando el viento ha soplado a más de 40 nudos (74 km/h) y las olas han golpeado con fuerza los ligeros cascos de fibra de carbono.

Los errores de diseño pueden ser debidos al deseo de conseguir mayor velocidad, en detrimento de la seguridad ante temporales como los que se han enfrentado en los últimos días. Por ejemplo, el Movistar batió el 21 de abril, durante una de sus pruebas que le llevaron a España desde el astillero de Australia donde fue construido, el récord de distancia recorrida en 24 horas. El barco de Pedro Campos y Bouwe Bekking recorrió 530,19 millas (982 km) a una media de 22 nudos, pero con puntas de 39 nudos (72 km/h).

En el momento de sufrir la avería la madrugada del domingo, el barco iba lanzado mientras olas de cuatro metros y medio lo azotaban. Xabi Fernández, el campeón olímpico español que forma parte de la tripulación, fue muy gráfico: "Bajando una ola sentimos un crack enorme y enseguida nos dimos cuenta de que habíamos roto algo. Fue un mazazo porque navegábamos de maravilla con una velocidad por encima de los 30 nudos". Demasiado rápido en unas condiciones duras. "Con una avería estructural no merece la pena arriesgarse, porque faltan muchos meses", explicó Bekking.

Tanto preocupan los fallos a los ingenieros de Farr Yatch Design, que Russell Bowler, presidente de la compañía y socio de Farr desde 1981, estuvo ayer en Cascais junto al patrón del Piratas Paul Cayard para buscar soluciones que les permitan tomar la salida en la segunda etapa. De igual modo, el Movistar fue sometido a minuciosos exámenes.

Refugio. El australiano Sunergy también tuvo que refugiarse en Porto Santo, en el archipiélago de Madeira, durante todo el día de ayer para reparar la botavara y el mástil, lo que le hizo perder mucho tiempo aunque al final de la jornada consiguió incorporarse de nuevo a la regata.

Aun con problemas, los barcos Brazil 1 y Ericsson consiguieron mantenerse en cabeza de la prueba. El ABN Amro 1 y el ABN Amro 2 holandeses les siguen, pero han decidido tomar una ruta diferente en su camino hacia la primera meta volante.