El Atlético de Madrid vuelve a la carga para recuperar la sección de balonmano.

Si se confirma será maravilloso, un milagro para el balonmano nacional más allá de lo que le pueda interesar a la Asobal.

¿Le ha dedicado usted esfuerzos a que el Atlético recuperase la sección?

Abandoné el Atlético enfrentado con Jesús Gil. Recuerdo que allá por octubre o noviembre de 1991 declaró que el futuro de la sección tenía los días contados, que con el cambio de las sociedades deportivas a sociedades anónimas no se iba a poder mantener una sección deficitaria. Yo, que era el entrenador del primer equipo, le exigí una rectificación porque no podía dirigir a un equipo que tenía los días contados. Gil no lo hizo y yo abandoné mi club, que siempre ha sido el Atlético de Madrid.

Pero aún duró algo más.

Como Atlético de Madrid, se acabó al final de aquella temporada. Aunque jugó como Atlético Alcobendas, ya no era lo mismo. Creo que aquel epílogo fue un poco por el qué dirán, por mí salida traumática del Atlético, por las exigencias que le hice al presidente.

Cerezo está dispuesto a recuperar la historia.

Soy un poco excéptico, porque han pasado trece años, y porque estas cosas hay que sopesarlas muy bien. Recuerdo que en 2000, cuando Madrid apostaba por la carrera para organizar los Juegos de 2012, ya se escribió que el Real Madrid podría abrir una sección de balonmano, que el Atlético de Madrid también estaba en la pelea. Pero han pasado años, y nada.

¿Qué cambiaría la Asobal con el Atlético de Madrid en la competición?

No lo puedo valorar en este momento, porque lo primero que habría que saber es dónde empezarían los rojiblancos. Siempre se comenta que se compran o se venden plazas en la Asobal, pero al final nadie vende. Además, en este momento, de gran equilibrio en la Liga, no hay equipos en esos apuros como para estar dispuestos a vender, aunque dependería de la oferta.

No le veo muy ilusionado.

Al revés. La noticia, para mí, es fantástica, la vuelta de un club histórico y grande, que además es el mío. Pero encierra muchas dificultades. Este mes se presenta una tesis en la Facultad de Ciencias de la Información sobre la historia del Atlético, y dos capítulos están dedicados al balonmano, como no podía ser de otra manera, en los que yo he intervenido aportando mis recuerdos de esa historia.