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Juegos de Invierno | Turín 2006

El francés Deneraiz es el nuevo rey del descenso

La primera gran prueba de los Juegos se resolvió con sorpresa. El francés Antoine Deneraiz logró el mejor tiempo en unas condiciones de nieve más complicadas que las de sus rivales. Los favoritos, austríacos y norteamericanos decepcionaron.

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<b>VOLANDO HACIA EL ORO. </b>Deneriaz sorprendió con su gran registro en unas condiciones de nieve peores que las de sus competidores.
afp

Papá, gana los Juegos". La pequeña Anna, de 3 años, despidió así al austríaco Michael Walchhofer, uno de los grandes favoritos para el descenso de ayer y un hombre que confiesa que encuentra la motivación en su familia, que completan su mujer Bárbara y sus gemelos Patrick y Matthias. Papá cazó una medalla, sí, pero no podrá volver a casa con el oro. "Aún así estoy contento, porque fue una carrera muy dura". En su cuello cuelga una plata por culpa del francés Antoine Deneriaz, que dio la sorpresa en la primera prueba de esquí alpino, el deporte rey de los Juegos de Invierno.

El éxito de Deneriaz no era esperado, por mucho que el francés hubiera marcado el mejor tiempo en el entrenamiento del sábado. El de Morillon tiene tres triunfos en descensos de la Copa del Mundo, pero no conocía el triunfo esta temporada. Tampoco había exhibido un gran rendimiento en las grandes citas: 12º en los Salt Lake City 2002 y 8º en los Mundiales de Saint Moritz 2003.

Contra los elementos.

El currículo no sirvió porque ayer era el día de Deneriaz, que venció a sus rivales y a los elementos. El galo partía con un dorsal alto, el 30. La nieve no era la misma alfombra por la pasaron sus antecesores, pero pudo con todo y superó el tiempo de papá Walchhofer.

Al menos el austríaco tocó medalla. No como la armada estadounidense, la gran derrotada. Bode Miller acabó quinto, por delante de Hermann Maier, y Daron Rahlves fue décimo. Son personajes singulares que duermen en una caravana y en un autobús, respectivamente, en lugar de hacerlo en la Villa Olímpica. Rahlves, millonario de familia, se lo compró recientemente y lo unió a su colección motorizada: dos motos Honda, motos de agua, varios coches "En la inauguración se me subió la adrenalina con la exhibición de Ferrari. A ver si hago vibrar a los italianos", dijo en vísperas del descenso. Pero Daron, como Walchhofer, no cumplió su deseo.

El bronce se lo apropió el suizo Bruno Kernen, que privó al histórico noruego Kjetil Andre Aamodt de su octava medalla olímpica. Lo del helvético también fue sorprendente. En 1997 se proclamó campeón del mundo aquí mismo, en Sestriere, pero hacía tiempo que no levantaba cabeza.

El sexto oro olímpico francés en la modalidad de descenso

Deneriaz sumó ayer el sexto oro francés de la historia en descenso. Sus predecesores fueron Montillet (Salt Lake City 2002), Cretier (Nagano 1998), Killy (Grenoble 1968), Vuarnet (Squaw Valley 1960) y Oreiller (Saint-Moritz 1948). "Los Juegos sobrepasan a las personas. Durante una semana, Antoine no podrá poner los pies en la tierra. Por experiencia", comentó Montillet.