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Tenis | Open Seat

"Federer sigue siendo el número uno para mí"

Acabó Montecarlo y empieza Barcelona con el mismo protagonista: Rafael Nadal. El mallorquín está que se sale y aspira a repetir triunfo, como el año pasado. Aquí no estará Federer, a quien ha derrotado en dos finales este año, pero sí otros 'terrícolas'.

Miguel Á. Santos
Actualizado a
<b>REFLEJO DORADO. </b>Rafa Nadal presentó ayer la nueva equipación que llevará en el Open SEAT.
reuters

Su vida es tan exagerada fuera de las pistas como dentro de ellas. Para Rafa Nadal, estrella emergente del tenis mundial y némesis del Rey Federer, todo es excesivo: músculos, golpes y agenda.

Ayer, por ejemplo, y tras vapulear al suizo en Montecarlo, se subió en la capital monegasca a un coche que le depositó en Barcelona a las 5 de la madrugada. Pocas horas después, el manacorí presentaba en el village del Godó la nueva camiseta Nike que lucirá en este Open SEAT y, tras almorzar, se pasaba tres horas de rodaje para un nuevo spot de KIA. Y por el camino, claro, algún peloteo para no perder la forma. Todo eso, a los 19 años...

Así que el nuevo ciclón tenístico ya ha plantado sus reales en el RCT Barcelona, a la espera de sumar una nueva muesca victoriosa a su raqueta y, de paso, superar la marca del mítico Bjorn Borg en su racha de victorias consecutivas en tierra batida.

Humildad.

Sin embargo, a pesar de la vorágine que le rodea, a pesar de las adulaciones, Nadal sigue mostrándose cauto, precavido, buen chaval. Para él, Federer continúa instalado en su pedestal y no es un enemigo: "Nos llevamos muy bien. Estuvimos hablando en Montecarlo, antes y después de la final, y me felicitó".

Confirmando las palabras de John McEnroe, ayer en estas páginas ("Rafa necesita dos años más de aprendizaje para destronar a Federer"), Nadal cree que es absurdo preguntarle si le queda algo por aprender ("¡bien iríamos si no fuese así!"), si se ve arrebatándole al suizo el cartel de número 1 en la ATP ("sólo hay que ver los puntos que me lleva en la clasificación"), o si haberle derrotado dos veces este año puede haberle minado la moral ("¡si por ganarle la ha perdido, los demás ya podemos irnos a casa!").

Su filosofía sigue inalterable: "Ahora no tengo otra aspiración que seguir trabajando con humildad. Empezar la temporada de tierra ganando al número uno del mundo, en la final de uno de los mejores torneos del circuito, es muy importante para mí, sobre todo después de estar tres semanas sin competir. Haber estado fuera de circulación tiene dos lecturas: estoy más descansado, aunque no en plena forma por falta de partidos".

Tampoco quiere que le den ya como favorito para repetir corona en Roland Garros, el templo de la arcilla. "Todavía falta jugar aquí, en Roma y en Hamburgo... hay que ir paso a paso antes de París", explicó. "No sé si voy a estar tan fuerte como el año pasado, cuando gané once torneos. Conseguir lo mismo, casi seguro que no lo conseguiré, pero intentaré hacer los mejores resultados posibles".

De momento, Rafa se contentaría con repetir triunfo en Barcelona para seguir en la buena línea. "Es un torneo que me encanta y del que guardo un gran recuerdo". Pues eso.