El Tour 2006 va a tener un ganador y si Landis es declarado culpable de dopaje, es de justicia que Óscar Pereiro sea declarado vencedor y que, por lo tanto, pueda disfrutar de todos los privilegios de lo que supone ser el mejor corredor de la mejor carrera del mundo. Uno de ellos es lucir el dorsal 1 en la primer etapa del siguiente Tour", declaró para AS Patrice Clerc, director de ASO, empresa organizadora del Tour de Francia.

Clerc recibió una llamada de Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, a quien tranquilizó asegurándole que Pereiro sería proclamado ganador del Tour 2006 en cuanto fuera oficial el positivo de Landis. El mismo Clerc y Christian Prudhomme, director del Tour, mantuvieron ayer un encuentro informal con José Miguel Echávarri, mánager del Illes Balears-Caisse d'Épargne, para desmarcarse de las informaciones de L'Équipe, rotativo propiedad de ASO, en el que cuestionaba la designación de Pereiro como ganador del Tour de 2006. "No es que nos hayan tranquilizado, es que no entiendo otra manera de hacer las cosas. El Tour debe ser de Pereiro", dijo Echávarri. Los rectores del Tour expusieron su malestar a Echávarri por las declaraciones de éste en AS, en las que se quejaba del trato que estaba recibiendo Pereiro.

Floyd Landis, sepultado.

A Echávarri le habría gustado que el Tour hubiera tenido un "detalle" con Pereiro durante la presentación de ayer. Los organizadores fueron implacables con Landis pero excesivamente livianos con el gran Tour del gallego que, eso sí, fue invitado personalmente y ubicado en una localidad preferente del Palacio de Congresos de París, habitualmente reservada al maillot amarillo.

Unos minutos después de que Pereiro fuera recibido en París con cientos de flashes y micrófonos, Prudhomme dio paso al vídeo resumen del Tour 2006, que acabaría sepultando a ­Floyd Landis ante el mundo del ciclismo. El vídeo acaba con una música tétrica, con una imagen congelada del norteamericano, de amarillo en París, que se rompe en mil pedazos, con sonido de cristales.

El estruendo provocó la sorpresa de las 3.000 personas que llenaron el auditorio parisino. "Le pedimos honestidad, credibilidad y honor a todo el mundo del ciclismo para que todo esto no vuelva a suceder. Aún creemos en un Tour limpio", concluyó Prudhomme, que en ningún momento mentó el nombre de Landis, ni siquiera el de Pereiro.

El gallego fue ignorado de puertas afuera aunque, con la boca pequeña, pueda considerarse que este regreso a París es un primer paso para que algún día pueda hacerse una foto en los Campos Elíseos vestido de amarillo. Tanto Caisse d'Épargne (patrocinador de su equipo) y Crédit Lyonnais (patrocinador del maillot) lo están deseando. Son competencia, pero ayer deslizaron que el Tour no debe vacilar más. Hay mucho dinero en juego.