El patrón me regaló un coche

Yo digo | Miguel Poblet

El patrón me regaló un coche

Aver si Óscar Freire u otro español puede triunfar hoy en la Milán-San Remo del centenario. Sería curioso, porque yo gané en 1957, cuando la Classicissima cumplía 50 años. Recuerdo bien aquella victoria. A 15 kilómetros de la meta, De Bruyne y yo enlazamos con cuatro ciclistas supervivientes de una fuga en el Turchino. Y les gané al sprint.Debo admitir que no me esperaba el triunfo, aunque había vencido ocho días antes en la Milán-Turín.

Había tenido un problema con el Faema. El director, Learco Guerra, no me quiso llevar por presiones de los belgas. El organizador, Vicenzo Torriani, accedió a que corriera como isolato (independiente). Un año antes había desaparecido el Ignis, pero nos prestó su estructura a varios isolatos para poder participar con su material y sus técnicos. Tras ganar, Borghi, patrón de Ignis, me puso un cheque en blanco, que se convirtió en 25 millones de liras al año, unos 2,5 millones de pesetas de las de entonces. Y también me regaló un coche: un Lancia descapotable de su hija que cambié por un Alfa Romeo porque no me cabían las bicis.