Balonmano | Liga de Campeones
El Valladolid se quedó a las puertas de la final
El BM Valladolid se quedó a las puertas de lograr el pase a la gran final de la Liga de Campeones en el año de su debut, dando todo un ejemplo de balonmano, puesto que dominaron el encuentro desde su inicio y la victoria de los alemanes se decidió merced a un último penalti fallado por García Parrondo.
Los vallisoletanos salieron al cien por cien a la cancha, concentrados en defensa y bien organizados en ataque, con Chema al frente del equipo, lo que les llevó a obtener una ventaja de cinco goles (6-1) en el minuto 10 de partido que obligó al técnico del Flensburg, Kent-Harry Andersson, a solicitar tiempo muerto.
Los alemanes consiguieron reducir la diferencia a tres goles, pero de nuevo los de Juan Carlos Pastor apretaron los dientes y, gracias a una gran defensa y a la seguridad de Sierra en la portería, la ventaja alcanzó una máxima renta de seis tantos (10-4), que suponía una gran inyección de moral al equipo español.
Pero comenzaron a bajar el nivel en el terreno ofensivo y los errores en los lanzamientos, junto a las pérdidas de balón, fueron aprovechadas a la perfección por un relajado Flensburg que nunca se vino abajo y que, tras la solicitud de un tiempo muerto de Pastor con el 10-8 en el marcador, llegaron a empatar el encuentro (10-10).
A pesar de la exclusión de Chema Rodríguez en el minuto 29 de partido, los vallisoletanos no sólo fueron capaces de mantener el tipo sino que volvieron a dominar en el electrónico, gracias a dos buenas intervenciones de Sierra, por lo que se llegó al descanso con ventaja para los locales (13-11).
El conjunto de Pastor también comenzó centrado la segunda parte, muy consciente en todo momento de lo que había en juego, pero cualquier error se paga caro ante el Flensburg y, aunque los vallisoletanos fueron por delante en el marcador y estuvieron clasificados para la final durante la mayor parte del partido, a falta de seis minutos los alemanes consiguieron empatar (21-21).
El técnico vallisoletano solicitó un tiempo muerto e intentó calmar a sus jugadores, puesto que aún había tiempo para rematar el gran partido disputado por su equipo y, a través de Alen Muratovic, recuperaron los dos goles de renta 23-21, que les daba el pase a la final, pero aún faltaban cuatro minutos.
El BM Valladolid cometió errores imperdonables en los últimos instantes del partido y el Flensburg desde luego no perdonó, volviendo a empatar (24-24) a un minuto de la conclusión.
Chema Rodríguez se echó al equipo a las espaldas y puso por delante de nuevo al BM Valladolid (25-24) pero a García Parrondo le pudo la presión y falló el penalti que podría haber clasificado a los españoles y, por tanto, ese gol del capitán no sirvió de nada, puesto que los alemanes ganaron en el partido de ida 32-30 y serán los que se enfrenten al Kiel en la final de la Liga de Campeones.