Parece un juego. Pero es algo más que eso. Esta tarde (16:00 horas, Antena 3) Rafa Nadal y Roger Federer tienen ante ellos un reto inédito en la historia del tenis, la Batalla de las superficies. Un duelo entre el rey de la tierra, el hombre que encadena la mayor racha de victorias sobre polvo de arcilla (72) y con sólo 20 años ya atesora dos títulos de Roland Garros, y Roger Federer, el rey de la hierba, el tenista perfecto que lleva camino de ser el mejor de la historia merced, entre otras cosas, a un récord de 48 triunfos seguidos sobre hierba que le han valido para firmar cuatro títulos en Wimbledon.

En la arena ocre el favorito sería el español; sobre césped, el suizo. "¿Por qué no les cambiamos los esquemas?", pensó un día el publicista argentino Pablo del Campo, presidente de la agencia Del Campo Saatchi&Saatchi. La respuesta es un partido a tres sets sobre una pista mitad hierba y mitad tierra. La esencia de Roland Garros y Wimbledon llevada al Palma Arena de Mallorca gracias a al 1,2 millón de euros que el Gobierno Balear ha puesto sobre la mesa para hacer que los ojos de medio mundo miren hacia la tierra natal de Nadal.

Zapatillas.

Será, ante todo, una batalla estratégica. "Cuando estés sobre la tierra, tus golpes deben ser los de hierba, más planos y cortados. Y viceversa. En principio, pensamos incluso en la posibilidad de cambiar de zapatillas al alternar la superficie, pero al final lo desestimamos y Rafa llevará siempre las de hierba (tienen unos taquitos, a diferencia de las de tierra más planas)", explica Toni Nadal, técnico del manacorense que, según Del Campo, "reaccionó como un niño ante un juguete nuevo cuando le propuse la idea. No me costó convencerlos".

Territorio amigo.

Tras año y medio madurando la idea, Federer pisó ayer por primera vez en su vida en Mallorca. Aterrizó en un jet privado con su novia-agente-relaciones públicas Mirka Vavrinec y sintió que en territorio Nadal se le quiere y se le respeta. Por eso no dudó en lanzar perlas a Rafa: "Ha dejado de sorprenderme".

El número uno y dos del mundo dieron una rueda de prensa y se fueron luego a conocer la Catedral de Palma. Enemigos íntimos, se regalaron los oídos con las explicaciones del vicepresidente del Cabildo sobre el retablo de cerámica de Barceló y el baldaquino de Gaudí que colgaba sobre sus cabezas. Ante esa inmensidad, los dos gigantes del tenis se encogían y parecían dejar a un lado la rivalidad y las tácticas que hoy, si la pista lo permite, utilizarán.

Nadal vence en el cara a cara a Federer por 7-3 y ahora vienen Roma y Hamburgo... Luego París. "Llevamos cien semanas como número uno y dos del mundo y siempre es interesante ver un enfrentamiento nuestro, ya sea oficial o de exhibición", advierte Federer, que no querrá irse con una derrota. El partido ha caído en una fecha clave, con mucho por decidir por delante. "El de mi izquierda (dijo Rafa refiriéndose al suizo) está a un nivel superior". Pero amistoso o no, es otra oportunidad para comerle la moral.

Federer "Los cambios serán difíciles"

Me interesó mucho la idea desde el principio. La prueba es que estoy aquí cuando yo no suelo hacer exhibiciones, pero esta va a ser divertida y excitante. También creo que la ventaja es para el que está en tierra, ya que tienes más tiempo de reacción. Será difícil encarar los cambios. No me ha sorprendido la expectación, porque este tipo de eventos son interesantes para el tenis".

Nadal "Ventaja para el de tierra"

Será un lío al principio. El que esté sobre la hierba tendrá que irse a la red para acortar los puntos. Creo que el que juegue sobre tierra tendrá ventaja porque podrá alargar los peloteos. Aunque lo que viene ahora es importante, no considero que sea un riesgo jugar. Se trata sólo de un partido. De Federer me sorprende la facilidad que tiene sobre hierba para abarcar la pista".