En París, todos los ojos miran a Nadal y Federer

Tenis | Roland Garros

En París, todos los ojos miran a Nadal y Federer

En París, todos los ojos miran a Nadal y Federer

afp

Todos los años, desde 1882, surge un héroe sobre la tierra rojiza del Stadium de Roland Garros, junto al Bosque de Bolonia, en París. Donde Borg, Santana, Gimeno, Laver, Lendl y McEnroe libraron batallas memorables, en 2007 sólo cabe un héroe: o es Rafa Nadal, o es Roger Federer.

Es el Campeonato Mundial de Tenis sobre tierra. Cruel maratón. Wimbledon es todo clase y estilo británicos, desde Southfields hasta el All England Lawn Tennis. Pero Roland Garros, en París, es una prueba brutal para gladiadores, una sucesión de combates a cinco sets donde el más fuerte sobrevive. Los Internacionales de Francia. En América, The French Open.

Y el más fuerte en los dos últimos años, en este Circo Máximo o Coliseo de la tierra batida ha sido una especie de Mowgli surgido de las playas de Manacor: Rafael Nadal Parera, el chico que a los ocho años ganaba a los adolescentes que casi le doblaban en edad. Hoy, Nadal, campeón de Roland Garros en 2005 y 2006, es el único ser en este planeta que puede igualar cierta marca histórica de Borg, el rey vikingo: ceñirse la corona de los Internacionales de Francia por tercer año consecutivo.

La corona: la Copa de los Mosqueteros. La corona o la copa que perteneció al rey Borg, al genio Santana, al Cohete Laver, a Ivan El Terrible Lendl, tras aquel tiroteo de 1984 con John McEnroe... esa corona que también fue de Bruguera, Agassi o Kuerten pertenece hoy a Rafael Nadal.

Récord.

El récord de Nadal en Roland Garros es perfecto: 14 victorias en 14 partidos. Y no se trata de un récord en sí mismo, sino parte de otra plusmarca demoledora: 27 triunfos en 27 partidos sobre tierra batida al mejor de cinco sets. Un tercer departamento en esta sección de hazañas, la invencibilidad en finales sobre tierra batida, quedó dañado irreparablemente cierta tarde de Hamburgo: ante esa raqueta Wilson que en manos de Roger Federer fue, a la vez, estoque y cronómetro de precisión. Y...

Y llegamos a Federer: El Enemigo. El número uno del mundo y, como tal, primer cabeza de serie en los Internacionales de Francia. ¿Por qué un suizo tan impecable, exquisito y distante se somete de tan buen grado al tormento intenso y rojizo de la tierra batida...?

Roger quiere entrar en el panteón de los mejores tenistas de todos los tiempos: a ser posible en ese París que no cree en sus lágrimas. El Grand Slam que Federer acaricia en Londres, Nueva York y Melbourne es un Arco de Triunfo que se le ciega en París. Que le ciega Rafael Nadal, quien en París, hasta hoy, es Luis XIV, Artagnan, Napoleón y Robespierre. "Ésta es tu casa; si pierdes aquí ante Nadal, le estás dando las llaves", dijo a Federer en Wimbledon 2006 su ya ex entrenador, Tony Roche. En París, el Arco del Triunfo y su llave están en tierra de Nadal.

Ferrero ante Amer Delic

Juan Carlos Ferrero abre hoy fuego ante Amer Delic, bosnio que se formó en Florida y se nacionalizó americano. Debuta en París. Vicente intentará ponérselo difícil a Safin.