"El ciclismo necesita gente que dé la cara"

Jaksche

"El ciclismo necesita gente que dé la cara"

"El ciclismo necesita gente que dé la cara"

afp

En esta última entrega Jörg Jaksche reflexiona sobre la situación del ciclismo y su futuro. Inculpa a corredores, directores y patrocinadores y advierte que el dopaje es una práctica generalizada en el pelotón y que se necesita gente que lo denuncie.

Fuentes y Jaksche se encontraron por última vez en la noche del 13 al 14 de mayo, en Madrid, en la habitación 605 del Hotel Puerta, precisamente en el lugar donde Saiz solía convocar a su equipo. Fuentes le extrajo sangre una última vez. Diez días después, el 23 de mayo, la policía española registraba el laboratorio del ayudante de Fuentes, Merino Batres, así como los apartamentos de Fuentes en la calle Alonso Cano y en la calle Caídos de la División Azul. La policía se incautó de más de 220 bolsas de sangre y plasma, además de grandes cantidades de hormonas de desarrollo, anabolizantes y EPO. Cuando salían de un hotel, Saiz y Fuentes, miembros de la dirección del equipo de Jaksche, fueron detenidos. Saiz llevaba encima 30.000 euros y 28.000 francos suizos en efectivo, además de una nevera portátil en la que se hallaron cuatro paquetes de Synacthen.

Der Spiegel: ¿Cómo es que Saiz quería pagar a Fuentes, si ambos ya no tenían ningún contacto entre sí?

Jaksche: A mi entender, eran pagos que Saiz tenía pendientes con Fuentes desde 2005. Manolo tenía problemas con uno de los ciclistas punteros de su equipo, que había sido traspasado al Liberty Seguros a principios de año y que estaba teniendo una primavera con un rendimiento discreto. El corredor y su representante, que hacía cinco años que me representaba a mí también, pusieron a Saiz bajo presión. Exigían una mejor atención médica, y Saiz se metió en un dilema: El ciclista era caro, Manolo tenía que justificarse delante de los patrocinadores.

¿Puede ser que estemos hablando del corredor Vinokourov y del representante Toni Rominger? ¿Por qué evita decir los nombres?

Le repito que no quiero crear problemas a ningún ciclista. A causa del corredor en cuestión, Saiz regresó a Fuentes, por eso tuvo que pagar las deudas anteriores y por eso se descubrió todo.

¿Cómo vivió las inspecciones sorpresa y los arrestos que se produjeron en el marco de la Operación Puerto?

Estábamos en un centro de entrenamiento cerca de Santander. Por la tarde, hacia las 18:00 horas, después de la sesión de entrenamiento, el conductor de nuestro autobús nos dijo: acaban de arrestar a Manolo y a Eufemiano. No sabíamos nada más. Lo primero que hice fue darme una ducha, estaba bastante descolocado. ¿Cómo que los habían arrestado? No sabíamos que lo que hacíamos era ilegal. Es cierto que una vez le había preguntado a Fuentes qué ocurriría si alguna vez le parara la policía y le descubriera alguna bolsita con sangre en el coche. Nada, contestó, porque no existe ninguna ley que prohíba este trabajo. Al día siguiente, los periódicos no hablaban de otra cosa, y opté por desaparecer. Me fui al aeropuerto de Bilbao y luego de vuelta a casa, haciendo escala en París. Nunca en mi vida me sentí tan feliz de verme en suelo francés.

A pesar del miedo, Jaksche decidió descubrirlo todo en la Vuelta a Suiza. Estaba nervioso, había adelgazado cinco kilos. Jan Ullrich se proclamó vencedor, el segundo puesto fue para el español Koldo Gil, y el propio Jaksche terminó tercero. En las fotos de la ceremonia de entrega de premios se le ve bastante demacrado, con el maillot prácticamente colgando, en aquel momento pesaba como mucho 65 kilos. "Estoy horrible en esas fotos", comenta Jaksche.

El día antes del inicio del Tour de Francia, un periódico español publicó una lista con 37 pacientes de Fuentes que había sido extraída de la documentación. Los dos favoritos para el Tour, Basso y Jan Ullrich, figuraban en ella, al igual que Jörg Jaksche. Ullrich y su compañero de equipo Óscar Sevilla, así como el director deportivo Rudy Pevenage, fueron suspendidos por el T-Mobile. El informe de la investigación de la Guardia Civil sobre los pacientes de Fuentes comenzaba su periplo.

Los datos que hay en los documentos son ciertos sólo en parte. Por ejemplo, el número 20 perteneció hasta 2005 a otro ciclista. Los agentes españoles parten de la suposición de que se me conocía también por el sobrenombre de "Jorge", lo que es absolutamente falso. Además, ha resultado que no existían grabaciones mías en vídeo de ningún tipo. Lo que encontró la policía española fue una tarjeta de visita del doctor Merino Batres, el ayudante de Fuentes. Batres tiene más de 70 años y está ya un poco senil. Cada vez que había una reunión volvía a presentarse de nuevo, y comentaba una y otra vez que iba a hacer esquí al Tirol. Estaba ya tan descentrado que siempre tenía que anotar los nombres en clave y los números correspondientes en una tarjeta de visita, y eso fue lo que encontraron en la inspección sorpresa. No quisiera hablar demasiado del tema, pero hay que decir que la policía española se condujo de manera un tanto descuidada, querían encontrar algo rápido a toda costa antes del Tour.

¿Le ha sorprendido ver a toda esa gente en la lista?

Sí. Pero lo que más me ha sorprendido es todo lo que falta, máxime sabiendo lo que hoy se sabe. Por otro lado, hay diferentes versiones de esa lista, de repente faltan nombres... Ahí ha habido una selección. Al final, sólo había prácticamente ciclistas de mi equipo, el Liberty Seguros, y un par de figuras, como Ullrich o Basso.

La UCI sostiene que sólo dispone de una lista. En ella falta, por ejemplo, Alejandro Valverde. En el congelador de Fuentes se encontró una bolsa de sangre con el nombre en clave "VALV.(PITI)" escrito y en la que llegaron a aparecer rastros de EPO. Piti es el nombre del pastor alemán de Valverde.

Nombre, nombre en clave, bolsita de sangre y bolsita de sangre con EPO: el premio gordo del desastre.

¿Pero por qué querría alguien defender a Valverde?

En caso de que eso fuera así, hay intereses deportivos, ya que él es la gran esperanza del ciclismo español.

¿Y Jan Ullrich?

En aquella época no me habría sorprendido encontrar hasta al Rey de España en la lista.

¿Puede imaginarse algún otro motivo por el que Fuentes quisiera conservar bolsas de sangre en su congelador, además de para utilizarlas como medio de doping?

Para corridas de toros.

¿Volvió Fuentes a ponerse en contacto con usted?

En septiembre, cuatro meses después de la Operación Puerto, me llegó un SMS de Fuentes: "Hola, soy un viejo amigo tuyo, a ver si das señales de vida". Luego hablamos dos o tres minutos. Se mostró tranquilo con respecto a su futuro, pero se disculpó, porque sabía la difícil situación por la que yo estaba pasando (...). Existía el rumor de que yo iba a hablar, y eso intranquilizó a mucha gente. Biarne Riis, por ejemplo, me dijo que no podría ayudarme, que no podría hacer nada al respecto. Le respondí que lo sentía por él. Siempre se ha dicho que el ciclismo es algo parecido a la mafia. Pero no estoy de acuerdo con esa comparación. La mafia se preocupa de su gente, de sus familias. Cuando alguien se queda rezagado, no tiene por qué preocuparse. Si el mundo del ciclismo fuera como la mafia, dirían: mantén la boca cerrada un año y luego te vuelves a incorporar en condiciones favorables. Pero el ciclismo no es un deporte mafioso. Es, simplemente, un deporte sin escrúpulos.

Recientemente, Jaksche conversó durante ocho horas en el Hotel Universo de Lucca. En algún momento de la sobremesa, suena su teléfono móvil. Es Gianluigi Stanga, el jefe del equipo Milram. El mundo del ciclismo es un pañuelo, en el que los rumores circulan a velocidad de vértigo. Hace semanas que Jaksche se ha convertido en una amenaza. Stanga ha oído comentar que Jaksche se ha "ablandado"(...). En estas últimas semanas, desde el encuentro en Lucca, ha recibido más de 40 llamadas. Directores de equipo, masajistas, ciclistas... no hay muchos que le apoyen, un par de ellos incluso le amenazan diciéndole que ya no hay vuelta atrás para él. Sin embargo, Jaksche intenta mantener su ritmo de entrenamiento, seis horas cada mañana.

Ésos son los momentos en los que se reflexiona. Y se pregunta uno si la decisión de dar la cara y hablar es la correcta o no. No ignoro que esta decisión puede tener consecuencias para mí durante tiempo. Tengo miedo, nunca he dejado de dudar y seguiré con dudas cuando se publique todo. Siento aprecio por Biarne, Stanga y los demás, y no quiero que sufran daños por mi culpa. Riis va a destinar este año 500.000 euros al sistema antidoping de su escuadra CSC. Ese dinero sale de su bolsillo y no, como en el caso de T-Mobile, de las arcas de un consorcio empresarial.

¿Por qué Riis ha esperado tanto a hacerlo?

Porque ha comprendido que algo tiene que cambiar o todo este deporte terminará desapareciendo. Por supuesto, es también una decisión tomada desde el punto de vista económico, dado que él quiere seguir ganando dinero con su empresa. Pero, del mismo modo, también había antes motivos económicos en el hecho de que el doping campara a sus anchas dentro del ciclismo: sólo el que se dopa puede ganar. Sólo el que gana sale en los medios de comunicación. Sólo el que sale en los medios de comunicación deja satisfechos a sus patrocinadores. Sólo los patrocinadores satisfechos siguen poniendo sobre la mesa dinero fresco para la temporada siguiente.

¿Se ha puesto Riis también en contacto con usted estos últimos días?

Sí, ha sido muy amable, muy accesible. Llegó a sus oídos que yo iba a conceder una entrevista a Der Spiegel y quería saber si eso era cierto. Yo le pregunté: Biarne, ¿por qué apareces ahora? Cuando me quedé sin trabajo, estuviste desaparecido.

Señor Jaksche, usted ha mentido y guardado silencio acerca del doping durante una década... ¿por qué ha decidido hablar ahora?

Creo que es importante para el futuro de este deporte que alguien dé la cara y diga: vale, así funciona esto. Me gustaría llegar un día a una gran carrera, llamar a la puerta de los directores de equipo y decir: "Queríais deshaceros de mí, pero aquí sigo". Por supuesto que nadie me apuntó con una pistola para que me dopara. Pero los directores de equipo que se han pasado la vida enriqueciéndose contigo, que se han ocupado de prepararte las "cosas", precisamente ésos, son los que luego van de legales y pretenden dar la impresión de que abogan por un deporte limpio.

¿Por qué se dopó?

El ciclismo en sí no es algo bonito. Te duele siempre todo. Este deporte está unido a un dolor físico muy profundo. El entrenamiento es el intento de mejorar tu rendimiento de tal manera que no te quedes nunca descolgado y, para evitar el dolor intenso, primero vino la cortisona, luego la EPO, y hoy se usa la sangre fresca. El ciclismo es un deporte muy duro. Como futbolista, puedes pasarte 90 minutos recorriendo el campo como un imbécil, luego metes en la prórroga el gol decisivo y te conviertes en un héroe. En el ciclismo, te quedas descolgado en 99 de cada 100 carreras, aunque des todo lo que llevas dentro. Te duele todo constantemente, pero sólo se alcanza el éxito en contadas ocasiones.

¿Seguiría dopándose si no estuviera usted en la lista de Fuentes?

Seguramente sí, así soy de egoísta. Aunque cualquier persona normal dirá: eso no puede seguir así mucho tiempo, porque todos los patrocinadores terminarán apartándose. Pero suponiendo que yo no estuviera en la lista, que me entrenara como un loco y, aún así, me dejaran todos descolgado justo en la carrera más importante, no tendría otra opción que doparme. Cuando te das cuenta de que el ciclismo, en lo fundamental, no se ha modificado en absoluto con respecto a las condiciones de las que se partía tradicionalmente, comprendes que tienes que seguir el camino marcado. No deja de ser algo perverso, pero el sistema de doping queda justificado por el mero hecho de que todos lo hacen. El ciclismo sin doping estaría justificado sólo en el caso de que realmente nadie se dopara. Un corredor me comentó que, en su opinión, debería llegarse a un acuerdo entre un par de equipos y la Unión Ciclista Internacional en materia de controles antidoping. Entonces, se supone que no se ha producido un auténtico cambio general de orientación en el pensamiento. Entonces se comprende que no ha cambiado nada.