Ya tiene el Aubisque para demostrarle a Rasmussen que puede con él.

Confío en ello o, al menos, en intentarlo hasta el final. Siento que estoy luchando a tope y que mi intención por tratar de descolgarle es firme.

¿Siente que Rasmussen puede estar presionado por la prensa?

No pienso en esas cosas cuando estoy en carrera.

El danés está con 2:23 de ventaja. ¿Con qué tiempo iría con posibilidades en la última contrarreloj?

Con 2:23 no estaría mal (se ríe). Creo que si tras el Aubisque me quedo a un minuto en la general sí que tendré opciones de ganar el Tour. Y si las tengo las voy a aprovechar.

La cosa va de escaladores

Rasmussen es un escalador igual que yo. Aguanta los cambios de ritmo y es por eso que cuesta tanto soltarle cuando atacas. Pero de todos modos, del Peyresourde­ salí muy reforzado. Seguro que Rasmussen le dio anoche alguna vuelta a su cabeza con lo que sucedió en la última subida. Tuvo algún momento malo.

¿Ha cambiado ya sus objetivos en este Tour?

Es cierto que en Plateau de Beille dije que nuestros objetivos estaban ya cumplidos. Los días han pasado y me considero una persona ambiciosa. Las cosas cambian en la vida. Miro el amarillo pero también por detrás. Evans, Klöden o mi compañero Leipheimer me pueden pasar en la clasificación porque son grandes contrarrelojistas. Debería tratar de sacarles más tiempo en el Aubisque para que no me desbanquen. Lo intentaré y estoy seguro de que daré espectáculo.

Ahora es el más fuerte de su equipo, ¿le sorprende?

Me sorprende estar delante de Leipheimer y de Popovych. Levy tiene una gran experiencia y es un corredor muy sólido para tres semanas. Yo era optimista, pensaba en rendir bien.

Dice su director deportivo que usted es el sucesor de Lance Armstrong. ¿Le inquieta?

Me halaga que Bruyneel diga eso de mí. No me puedo comparar con él, ni tampoco con Indurain, porque al final las comparaciones pasan factura. Es normal que la gente se ilusione con un joven corredor y que la prensa venda ese sentimiento. No me presiono.

¿Ha hablado con él?

Sí. El otro día tuve la fortuna de charlar con Lance Armstrong. Me dio muchos ánimos y me dijo que todo es posible en este mundo. Está siguiendo muy de cerca el Tour. Creo que le vamos a tener aquí el fin de semana. Va a ser una motivación extra en la llegada a París.

Siga sufriendo pues para hacerle feliz y conseguir un sponsor nuevo antes de que Discovery Channel lo deje.

Para mí es un placer correr aquí con todas mis fuerzas para lograr un patrocinador. Nos merecemos seguir muchos años.