Moyà y Robredo alcanzan la tercera ronda

Tenis | US Open 2007

Moyà y Robredo alcanzan la tercera ronda

Moyà y Robredo alcanzan la tercera ronda

Europa Press

El tenista balear, en su duodécima participación, está aún lejos de su mejor papel, el que obtuvo en 1998, cuando llegó a las semifinales. También se clasificó Tommy Robredo, que eliminó en cinco sets al tenista local Mardy Fish.

Carlos Moyá superó al ruso Igor Kunitsyn (6-4, 6-4 y 7-5) y se plantó en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, igual que el pasado año, donde se medirá con el ganador del choque entre el ruso Mijail Youzhny y el alemán Philipp Kohlschreiber.

Moyá se convierte en el cuarto jugador español en alcanzar la tercera ronda junto a Fernando Verdasco, Feliciano López y Nicolás Almagro, clasificados el jueves, y pendientes de futuro que depare a Tommy Robredo ante Mardy Fish, a David Ferrer contra el francés Florient Serra y a Rafael Nadal contra el serbio Danko Tipsarevic.

Robredo se agarra a Nueva York

Tommy Robredo, que tuvo el partido en su mano y estuvo contra las cuerdas después en el duelo contra el estadounidense Mardy Fish, terminó por imponerse a su adversario para adjudicarse la victoria (6-4, 3-6, 6-4, 6-7 (7) y 6-4) y avanzar a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos.

El tenista de Hostalric, que dispuso de dos puntos de partido en el cuarto parcial, estuvo próximo a la eliminación cuando el norteamericano se situó con 4-1 en el quinto y definitivo set. Robredo ofreció una reacción magistral y se anotó cinco juegos consecutivos para apuntarse la victoria.

Robredo iguala el papel del año anterior en Nueva York a la espera de lo que depare el duelo contra el latón Ernests Galbis, que superó al alemán Martin Berrer por 7-6 (4), 6-2 y 6-1).

Tommy Robredo podría cruzarse con Carlos Moyá en los octavos de final si ambos superan sus respectivos compromisos futuros. El tenista balear ganó con claridad al ruso Igor Kunitsyn y jugará contra el vencedor del choque entre Mijail Youzhny y el alemán Philipp Kohlschreiber.

López, Verdasco y Almagro también pasaron a tercera ronda

Feliciano López, Fernando Verdasco y Nicolás Almagro estimularon las expectativas españolas en el Abierto de Estados Unidos, y de una tacada poblaron con su presencia la parte superior del cuadro masculino del último Grand Slam del curso.

Por ejemplo, Fernando Verdasco, que en la primera jornada dio la vuelta a un partido perdido, ventiló con una solvencia insospechada el compromiso con el francés Gilles Simon (6-0, 6-4 y 6-3). El madrileño reconoció que ha crecido este año. "Desde que no tengo entrenador he aprendido a conocerme a mí mismo y a centrarme en las cosas que pasan en la pista. Estoy muy feliz por ello", apuntó el madrileño.

A Verdasco, que suele firmar buenos papeles en Nueva York, ahora le espera el checo Tomas Berdych, que le ganó recientemente en el Masters Series de Hamburgo.

Con similar autoridad progresó Nicolás Almagro. El murciano salió beneficiado de la retirada del peruano Luis Horna. Pero ya tenía ganado el partido (6-4, 6-2 y 2-1). El español jugó sólido para firmar su mejor actuación, hasta el momento, en el último Grand Slam del año. Se encontrará al ruso Nikolay Davydenko, que arrolló al alemán Nikolas Kiefer por un triple 6-2.

Ya venció a su futuro rival el pasado año en la única oportunidad en la que se han enfrentado. "No pienso renunciar a nada. Es un gran jugador pero tengo mis opciones. Estoy a un gran nivel y este es un torneo muy importante", dijo el tenista murciano.

Feliciano López, por su parte, tiene ante sí una ocasión pintiparada para alcanzar los octavos de final del Abierto de Estados Unidos. Sobre todo si conserva el nivel que ha ofrecido hasta ahora. Dispuesto al intercambio de golpes y a ofrecer batalla en la cancha sin dejar de lado la fiabilidad de su servicio. No decayó ante Igor Andreev y obtuvo premio. Ganó en cinco mangas después de una lucha intensa (6-7 (3), 7-5, 3-6, 6-4 y 7-6 (5)) y espera al estadounidense Donald Young.

El local es un invitado directo de la organización cuyo tránsito supera cualquier previsión. En esta ocasión, Young se benefició de la incomparecencia del francés Richard Gasquet, aquejado de unas anginas. Si el español gana, tendría ante sí a Roger Federer en octavos. Para entonces ya habría cumplido de sobra.