Gay es el rey de Osaka

Atletismo | Mundiales de Osaka

Gay es el rey de Osaka

Gay es el rey de Osaka

Con el oro en 200 metros firma doblete y aún le queda el relevo

En la noche espesa de Osaka, y en la curva del Nagai Stadium, los pies ligeros del estadounidense Tyson Gay vuelven a golpear, pero a estas alturas de los Mundiales van despejándose varias cosas. Una: esta pista no es la poción mágica para los récords del mundo. Quizá las curvas sean extrañas, por abiertas, o el piso sintético rebote más de la cuenta (ver las caídas en vallas y en 3.000 metros obstáculos).

Quizá, explica el ex velocista norteamericano Jon Drummond, que ahora dirige directamente a Tyson Gay, "con esta humedad, el aire se vuelve espeso".

Descargan tormentas intermitentes sobre la ciudad japonesa, pero la única realidad es que las marcas de 200 metros superaron entre catorce y veintitrés centésimas a los mejores registros de la temporada de cada uno de los tres medallista.

Y eso es mucho. Aunque basta que se escriba esto para que hoy llegue Jeremy Wariner, fulmine el récord de Michael Johnson en 400 metros (43.18, desde los Mundiales de Sevilla 1999), y entonces

Otra cosa que se despeja: si el jamaicano Asafa Powell no despierta en las últimas grandes reuniones de la temporada (Memorial Ivo Van Damme, Bruselas, 14 de septiembre, revancha con Tyson Gay en 100 metros), el doble campeón mundial de 100 y 200, con el relevo 4x100 aún pendiente, va a salir del año preolímpico 2007 con la corona de la velocidad. Rey sin récords, pero el mejor cuando las cosas importan de verdad, en los grandes campeonatos.

Insulta la superioridad de Gay en 200 metros. "Ahí es dónde jamás le ganaría Maurice Greene", sentencia Jon Drummond.

Bólido nervioso. En 100 metros cabe margen de duda para Asafa Powell, el plusmarquista, pero en 200, parece claro que ni el mejor Usain Bolt, ni Wallace Spearmon, ni el ausente aquí Xavier Carter, pueden acercarse al nervioso bólido que Jon Drummond conduce en Arkansas bajo los planes del encarcelado Lance Brauman.

Como él mismo asume, Tyson Gay se puso nervioso cuando vio a Usain Bolt primero en la curva. Así y todo, Tyson aceleró la batidora que tiene en la planta de cada pie, traccionó los flexores y recogió el oro en un tiempo de 19.76, récord de los Campeonatos Mundiales. El anterior pertenecía nada menos que a Michael Johnson, con los 19.79 con que venció en Gotemburgo 1995.

Perros cazadores. Bolt entró a quince centésimas, en un tiempo de 19.91, medalla de plata, mirando de reojo a Wallace Spearmon, bronce por milagro ante Rodney Martin (20.05-20.06), tras una carrera más bien penosilla. Esos 20.06 son marca personal para Martin, de todas formas. En el caso de Spearmon hablamos de alguien que tiene una marca personal de 19.65, y que en esta misma temporada ha corrido en un crono de 19.82.

Lo bastante para amenazar a Tyson Gay, no para arañar la medalla de bronce entre tropiezos y frustraciones. Y llega Jeremy Wariner en la final de la distancia doble...