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Tenis | Mutua Madrileña Masters Madrid

Camino de espinas para Nadal en su ruta al título

Djokovic, Berdych y Robredo van por su lado del cuadro

Actualizado a
Rafa Nadal
FELIPE SEVILLANO

Si nos fiamos de lo que ha pasado en los grandes torneos del año, esto debe ser cosa de tres: Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic. Pero muchos factores hacen de este Masters Series de Madrid una ruleta rusa.

Por un lado el estado del suizo, actual campeón, es una incógnita pero advierte que las pistas indoor son su "superficie favorita". El año pasado a estas alturas flotaba sobre la alfombra púrpura del Madrid Arena en un estado de gracia fuera del alcance del resto de mortales. ¿Y este año? "Tras el US Open y la Davis con Suiza terminé exhausto, pero vuelvo a estar bien", advierte con una sonrisa que incita a creerle. Desde el 23 de septiembre no disputa un partido, pero ha cargado pilas en su retiro de Dubai y como a todo gran campeón, como a un tenista que ha ganado ya 14 grandes, los retos le suben las pulsaciones. Y uno de los que le quedan es ganar a Nadal, de quien reconoce su estatus de "héroe de España", ante su hinchada.

Cañas.

Su camino hacia la final no será tan espinoso como el de Rafa Nadal, pero tampoco fácil. Entre otras cosas porque en su segundo partido podría aparecer el resucitado Willy Cañas, que este año le ha ganado dos veces. David Ferrer, con ansia juvenil por la posibilidad de tener un viaje de fin de curso a Shanghai, o un cañonero del calibre de Ivan Ljubicic le esperarían en cuartos.

Segundo factor: las prestaciones de Rafa Nadal. Sus rodillas le traen de cabeza desde Wimbledon y tras el US Open se vio forzado a parar por una tendinitis. Su preparador físico, Joan Forcades, y su fisio, Rafael Maymó, han tenido trabajo. Y aunque el número dos del mundo teme la falta de ritmo tranquiliza oír que no le duele nada. Su camino hacia un título que ya ganó en 2005 no está asfaltado: exento de primera ronda, aparece probablemente Baghdatis en segunda (aún debe jugar con Pavel, procedente de la previa). En octavos, Stepanek, Murray o Chela. En cuartos, Robredo o Berdych. Y para rematar, o James Blake o Novak Djokovic. "Aquí te toque quien te toque es especialmente difícil, porque estamos los mejores del mundo", advierte. Pero la grada está de su parte y eso le gusta: "Se nota cuando vas a Argentina o a Brasil y la gente anima a los suyos. Me gusta el ambiente de Madrid, es especial para mí".

Bipartidismo.

Y este año hay que apuntar otro nombre por méritos propios. El de Novak Djokovic, el serbio de 20 años dispuesto a romper el bipartidismo imperante. Ayer ganó el torneo de Viena y este año ha derrotado a Nadal y a Federer cazando piezas tan importantes como Miami, Canadá y la final del US Open. "Es un jugador imprevisible, que alterna golpes espectaculares con errores increíbles", analiza Manolo Santana, director del torneo, con brillo en los ojos.

Tres hombres para un título y una jauría de españoles ansiosos de morder: David Ferrer, Tommy Robredo y Carlos Moyá jugándose el Masters; un fuera de serie como Ferrero y los imprevisibles Feliciano y Verdasco. Para frotarse las manos.