El secretario de Estado español para el Deporte, Jaime Lissavetzky, propuso a los responsables europeos de esta materia la creación de una comisión que impulse políticamente la aplicación del Libro Blanco de la Comisión Europea. Lissavetzky cree que es necesario desarrollar el plan de acción del Libro Blanco en materias como la protección de la cantera, la financiación del deporte o el combate contra el dopaje, entre otros asuntos.
El dirigente español se congratuló con el comunicado difundido por los ministros de Asuntos Europeos de Holanda y Francia, Frans Timmermans y Jean-Pierre Jouyet, respectivamente, en el que piden a Bruselas pautas concretas sobre la financiación, los agentes deportivos, los derechos audiovisuales y la protección del menor. El secretario de Estado propuso además en la reunión de Lisboa que se realizase un estudio comparado entre los diferentes países de la UE sobre la muerte súbita en el deporte.
El ministro portugués de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, que presidió la reunión de hoy en Lisboa, indicó en conferencia de prensa que la UE no tomó una decisión sobre si apoyarán al australiano John Fahey en su candidatura a la presidencia de laAgencia Mundial Antidopaje (AMA).
El responsable de Deporte de Portugal, que este semestre preside la UE, dijo que los 27 desean que el papel de Europa esté asegurado en la AMA y que tendrán una posición común en la III Conferencia Mundial de este organismo, que se celebra del 15 al 17 de noviembre próximo en Madrid, donde se realizarán las elecciones.
Silva Pereira destacó además que a partir de la firma del Tratado de Lisboa, prevista para el próximo 13 de diciembre, los ministros con competencias el Deporte se reunirán formalmente, lo que conlleva la posibilidad de tomar decisiones para "desarrollar una política concreta para esta materia".
La Conferencia Paneuropea sobre la Lucha contra el Dopaje lamentó la renuncia del ex ministro francés de Deportes Jean-François Lamour en sus aspiraciones de presidir la AMA, después de que Fahey fuese apoyado por Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
Los responsables del combate al dopaje advirtieron en las conclusiones de la reunión de Lisboa, que la presidencia portuguesa de la UE divulgó, que pretenden ver reconocido el papel de los países europeos dentro del organismo. La conferencia elogió además la "mayor flexibilidad" existente en el nuevo sistema sancionador en este tipo de casos de fraude al deporte.
