Alemania evidencia sus problemas cuando no puede correr

Balonmano | Europeo de Noruega | Alemania 34 - Bielorrusia 26

Alemania evidencia sus problemas cuando no puede correr

Alemania evidencia sus problemas cuando no puede correr

AP

La selección alemana cumplió con los pronósticos, aunque con más apuros de los previstos, y se impuso a Bielorrusia por 34-26 en su debut en el Campeonato de Europa de Noruega, en un encuentro que desveló, una vez más, las dificultades del vigente campeón mundial cuando no puede jugar a la carrera.

Pese al esperanzador arranque de partido de Velyky, el cañonero que parecía destinado a solventar las dificultades en ataque estático de los de Heiner Brand, los germanos apenas lograron distanciarse de un correoso conjunto bielorruso.

Tuvieron que llegar dos exclusiones casi consecutivas de Harbork y el portero Feschanka, para que Alemania, ya con huecos, y la posibilidad de sacar a relucir su temible segunda oleada de contragolpe para que el marcador reflejase (11-5) la teórica superioridad del cuadro teutón. Pero nuevamente, la obligación de atacar seis para seis sin posibilidad de contraatacar encalló a Alemania, que incluso vio como tras la exclusión de Zeitz, Bielorrusia se llegaba incluso a colocar a tan sólo un gol (14-13) a menos de cinco minutos para la conclusón de la primera mitad.

Inquietante renta, entorno los dos tres goles- con la que los germanos tuvieron que vivir hasta casi mediado el segundo tiempo, en el que los germanos con Bitter en la portería y el joven Kraus en la dirección del juego, relevando al veterano Baur, pudieron volver a volar.

Contragolpes, rápidas transiciones, imparables penetraciones y, sobre todo, paradas y más paradas de un acertado Bitter, hicieron crecer minuto a minuto la diferencia del conjunto alemán hasta llegar a unos insalvables nueve goles (30-21) a menos de diez minutos para el final.

Tiempo que sirvió para que los teutones, el único conjunto europeo que tiene garantizada plaza en loa Juegos de Pekín 2008 como vigente campeón mundial, para mantener su renta ante una Bielorrusia, que se hundió en el momento que Harbok y Pukhouski, agotados, ya no pudieron más.