Contundente derrota de la Selección ante Bulgaria

La realidad del partido fue más o menos lo que se preveía, que Bulgaria en este momento está más ágil que España, con más optimismo en su juego y con el objetivo claro de luchar por una medalla en los Juegos de Pekín. Por eso ganó con claridad meridiana, con un 3-0 devastador para los intereses españoles.

Sin embargo, ese 3-0 no debe esconder el primer set en el que España tuteó con su saque táctico a Bulgaria. Pero caer por 33-31 fue como descorchar una botella de cava y esperar a que se le vayan las burbujas; cuando eso pasa, o el trago es bueno o no sabe a nada. Sí, España perdió toda la fuerza a manos búlgaras.

Daba la impresión de que ambas escuadras hubiesen pactado de antemano jugarse al partido a un set, que el que ganase el primero se llevaba el partido. Porque luego España no existió, no dio la talla del equipo que en los dos últimos años ha peleado cada punto de cada manga como si fuese el definitivo.

Se vio a una España entregada en su debut de reencuentro con la Liga Mundial (hoy, nuevo asalto con el mismo rival), quizá pagando en ese momento el auténtico calvario que soporta el grupo de Méndez en este momento: no estar en Pekín es complicado de digerir.