La organización de Pekín 2008 premiará a los atletas que consigan una medalla con una "llama roja", un ramo de nueve rosas rojas y otras flores, que augurarán una larga vida a los deportistas.

Los organizadores explicaron que el número nueve alude a la tradición imperial china, que representa cohesión y longevidad, sumado a las propiedades de las rosas rojas chinas, buena suerte y la felicidad.

Los mazos, elaborados de una forma totalmente artesanal, medirán 40 centímetros de alto y 25 de diámetro y estarán envueltos por un pañuelo de seda dorada. Hasta 6.000 de estos ramos desfilarán por los podios de las distintas disciplinas olímpicas y paralímpicas durante agosto y septiembre.

En los últimos días, Pekín ha alfombrado sus calles y avenidas con 40 millones de flores de los más llamativos colores, dando forma a los aros olímpicos, al logotipo de los Juegos o creando iconos simbólicos de los distintos deportes.

Estas plantas se han criado en invernaderos bajo la supervisión del Centro de Distribución de Flores para los JJOO, debido a las extremas temperaturas y a la humedad que soporta la capital china, en las que habrían resultado imposible su cultivo y desarrollo.