Bolt cambió el récord por el show en Zúrich

Atletismo | Mitin de Zúrich

Bolt cambió el récord por el show en Zúrich

Bolt cambió el récord por el show en Zúrich

reportaje gráfico: reuters, ap y afp

La reunión de Zúrich, quinta de la Golden League, puso en acción a las grandes estrellas de los Juegos Olímpicos. Los focos se centraron en Usain Bolt, que corrió rápido, pero que ofreció el mayor espectáculo después de la prueba de 100 metros.

Usain Bolt atrajo ayer la atención en la Weltklasse de Zúrich más por sus gestos post carrera que por su demostración en los 100 metros, que no pasará a la historia. Tardó 193 milésimas de segundo en reaccionar al disparo, es decir, una eternidad. Y salió el último, claro. Luego desplegó su zancada de dos metros y medio y resolvió la papeleta. Y más tarde se dejó llevar, como parece ser que tiene por costumbre. Ganó fácilmente en la quinta reunión de la Golden League, que finaliza el viernes en Bruselas.

Su marca, 9.83, sabe a muy poco... para estar conseguida por un hombre que viene de romper todos los récords en los Juegos de Pekín, pero que hay que situar en su contexto: este año sólo el estadounidense Tyson Gay (9.77) y el jamaicano Asafa Powell (9.82) han corrido más rápido que el Usain Bolt de ayer.

Y si la victoria del caribeño pareció sencilla, hay que darle su valor justo teniendo en cuenta que batió con claridad, y saliendo muy mal, a seis de los siete velocistas que tuvo como rivales en la final olímpica del hectómetro, porque sólo faltaba Powell. Por cierto, se repitió el podio del Nido, sólo que la plata y el bronce de allí cambiaron sus posiciones en Zúrich.

El espectáculo, en realidad, vino después. Usain Bolt entró en la meta con la mano derecha paralela al suelo, como imitando a un avión. Luego hizo el arquero, disparando una flecha imaginaria al cielo suizo. Más tarde se abrazó a sí mismo, se puso un dedo en la nariz, mirando de nuevo a las estrellas, o a los focos del Letzigrund Stadium, y exhibió, en mil y un gestos, sus dedos repletos de barrocos anillos.

En Bruselas, el próximo viernes, el Memorial Van Damme pone punto y final a la Golden League. De nuevo estará en acción Usain Bolt, pero esta vez ante Powell y Gay, el ex plusmarquista mundial y el vigente campeón del mundo, respectivamente.

Intentarán lavar la mala imagen ofrecida de Pekín. Otro espectáculo. El Relámpago, frente a los principales damnificados por la nueva estrella.