Andrei Bordignon, uno de los pocos jugadores del equipo transalpino nacido en suelo italiano, fue, en el minuto 15, el autor del único gol del partido.
Los españoles salieron en la segunda parte muy motivados aunque siguieron sin poder materializar sus jugadas. Italia se cerró atrás, lo que complico aun más la labor de los españoles.
Pola, que con sus cinco tantos obtenidos a lo largo de la competición puede convertirse en el máximo goleador del torneo, no tuvo su día.