De repente un tal Johan Sjostrand, un desconocido porque la portería sueca ha sido durante 20 años cosa de Svensson, nos arrebató todos los sueños y se convertirá durante un par de días en la pesadilla de Entrerríos (cero goles ayer), de Ruesga, de Morros.
Ese portero que aún no estaba contrastado en la alta competición puso un cerrojo en su meta y dejó en evidencia la defensa española: como no se intercambiaban goles y como la velocidad sueca resultaba sublime, liderada por Kallman y por el eléctrico Doder, los nuestros deambulaban por la pista en su defensa 5-1, que no impedía los lanzamientos cómodos de unos nórdicos pletóricos.
Aquel chaparrón duró 20 minutos. Una lluvia de goles, 19 en la primera, un exceso que lógicamente se paga en la élite. Era el momento de hundirse, pero los de Valero Rivera no han venido para entregarse a la primera de cambio. Con un orgullo desmedido se volvió a la pelea, pero tanto se había cedido que sólo un milagro podía evitar el triunfo sueco. España tuvo en su mano dar la vuelta al marcador, con el trabajo hercúleo de Ugalde, que ayudó a robar balones. Pero ayer no era posible: Juanín García, Víctor Tomás, Morros, Cañellas fallaron lanzamientos sencillos para ponerse a uno de diferencia. Eso, y los cuatro penaltis fallados (3 de 7), resultaron letales. Los números, sin embargo, no nos dicen el excelente partido de los suecos durante 20 minutos. Y eso hay que aceptarlo y darles la enhorabuena.
Ahora España entra en un terreno minado: le quedan dos partidos y debe ganar a Croacia (mañana), para mantener sus opciones de ser semifinalista; y a Corea del Sur, para estar con seguridad en la segunda fase de Zagreb. Y no van a ser fáciles. Los rivales han recibido un mensaje: España no es imbatible.
Valero Rivera: "Suecia tuvo 20 minutos sublimes"
"Los primeros 20 minutos de Suecia han sido sublimes. Ahí se decidió el choque. Sabíamos cómo iban a jugar, pero no supimos pararles. Y su portero estuvo sencillamente sensacional. Pese a todo, estuvimos muy cerca de darle la vuelta al marcador, pero nos ha faltado un punto de fortuna. Ahora se nos complican las posibilidades".
Iker Romero: "Escuece, pero no es definitivo"
"Es una derrota que escuece, pero no es definitiva. Se puede arreglar, aunque nos complica el camino. La defensa no ha sido buena en la primera parte y cedimos 19 goles, demasiados. Pero tenemos ejemplos anteriores que nos enseñan que no hay que entregarse: ya nos pasó lo mismo en Túnez y fuimos campeones".
