Chechu Villaldea no pudo ni completar la convocatoria de catorce jugadores, presentando sólo doce y con la inclusión en ella de los jóvenes Javier Humet y Víctor Alonso, ambos de 19 años. A las bajas conocidas de Niko Mindegía, Carlos Ruesga, Santi Urdiales e Iván Nikcevic, se unieron esta semana las de Cristian Malmagro y Kristian Kjelling. Además Adrián Crowley, con la selección júnior, tampoco estuvo disponible.
Con este panorama el Portland se limitó a un juego lento, de control y basando su efectividad atacante en Lars Jorgensen, siete tantos en la primera mitad. Este juego descentró al Barcelona, que no pudo realizar ni sola acción al contraataque y no estuvo cómodo en todo el primer tiempo. El encuentro estuvo muy equilibrado en el marcador durante este período y las ventajas de uno y otro en el electrónico no pasaron de dos tantos. Además, el Portland se encontró con un inspirado Kasper Hivdt -nueve paradas- que evitó una mayor renta visitante.
Con 8-9 (m. 20) en el marcador, el técnico azulgrana, Xavi Pascual, pidió tiempo para ordenar su ataque y esa sería la última ventaja visitante del partido, ya que el juego local aumentó en velocidad y efectividad para irse al descanso con un apretado 15-13. Casi sin rotaciones, el Portland pagó su esfuerzo. La ventaja azulgrana empezó a ampliarse a comienzo de la segunda mitad (20-15, m.38) después de buenas acciones de Iker Romero, máximo goleador del partido con 10 tantos.
Sólo las grandes paradas del veterano Tomás Svensson, que reemplazó a Saric en el descanso, evitaban el hundimiento de la defensa navarra, aunque Villaldea pedía tiempo para frenar la ofensiva local (23-17, m.44) y reordenar a sus hombres. Fue inútil porque Jorgensen, agotado, se quedaría en blanco en la segunda mitad y el Barcelona aumentaría su ritmo hasta lograr una renta máxima de 12 tantos (30-18, m.54) tras dos goles consecutivos de Demetrio Lozano. Sólo las acciones de Josep Masachs, seis goles en la segunda parte, evitaron un resultado final más escandaloso (32-21) para los locales.
