"Los demás gimnastas hacían el Cristo, pero Blume le daba vida"

Jesús Carballo

"Los demás gimnastas hacían el Cristo, pero Blume le daba vida"

"Los demás gimnastas hacían el Cristo, pero Blume le daba vida"

Desde su punto de vista de ex gimnasta y entrenador de campeones, ¿qué ha significado Blume para la gimnasia española?

Todos somos herederos suyos. Yo me enganché a la gimnasia de crío, al verle en una exhibición que hizo en la plaza de toros de Pontevedra, que estaba repleta de público. Fue después de quedar campeón de Europa, en 1957, y me dije que quería ser como él. Verle hacer el Cristo me dejó fascinado Los demás gimnastas también lo hacían, pero el le daba vida al Cristo.

Y además de dedicarse usted a la gimnasia, se hizo admirador suyo.

Todos le admirábamos. Cuando salía en el NO-DO se corría la voz entre nosotros y nos íbamos al cine sólo por verlo a él, sin que nos importase la película que ponían. Intentábamos imitarlo en todo. Veíamos en el NO-DO que salía polvo de las manos, porque utilizaba magnesia, y como nosotros no teníamos, nos poníamos talco y nos pegábamos auténticas bofetadas, porque resbalaba.

¿Cómo era Joaquín Blume como deportista?

Fuerte, elástico y muy elegante y completo. Tenía un gran atractivo personal y era muy simpático. Parecía un bailarín. Yo creo que todas las chicas que hacían gimnasia en aquella época estaban enamoradas de él. Y era muy currante. Tenía el gimnasio en casa y estaba todo el día entrenándose, repitiendo los ejercicios una y otra vez.

En aquel tiempo era un auténtico ídolo...

Un ídolo nacional. Era muy bueno y le conocía todo el mundo. Si España no hubiera boicoteado los Juegos de Melbourne, habría ganado medalla. Y si no hubiera muerto, podría haber hecho lo mismo en Roma 1960.

Ha dejado huella.

Su semilla sigue viva. Todos los grandes gimnastas españoles actuales le deben mucho. Son grandes campeones, pero él sigue siendo el mejor.

¿Qué sintió usted cuando falleció?

Era como si a un creyente le dicen que Dios ha dejado de existir. Yo estuve sin comer varios días.