Las escasas expectativas de sorpresa que pudiera albergar el equipo guipuzcoano se esfumaron nada más arrancar el encuentro, porque el Barcelona se hizo fuerte en su 6-0 defensivo y contragolpeó para abrir muy pronto hueco en el marcador.

Hasta 4 goles de Juanín, 2 de Nagy y un penalti de Igropulo provocó el tempranero tiempo muerto de Julián Ruiz, antes del minuto 8, con 2-7 en el marcador. Sólo en los diez minutos previos al descanso el Arrate logró imprimir algo de consistencia a su entramado defensivo, lo que unido al pundonor del húngaro Rédei y a varias paradas de Voncina le permitió situarse 10-14, gracias al contragolpe de Törö, el único del anfitrión por los seis de su oponente.

Sin embargo, un último parcial de 1-4 otorgó clara ventaja a los de Xavi Pascual, que se fueron a los vestuarios con el partido casi sentenciado (11-19). Ya en la segunda mitad el resultado nunca peligró para el Barcelona, que ni siquiera necesitó de imponerse tanto en defensa ni de las paradas de Saric para superar, casi por inercia, al cuadro eibarrés.

Juanín, autor de 10 goles, siguió haciendo de las suyas, tanto desde su posición de extremo como al contragolpe, mientras el Arrate cuando menos se esmeró por agradar a su afición, que en ningún momento siquiera pudo soñar con un resultado importante.

Tokic, en el minuto 47, acercó al local 20-27, pero el Barcelona Borges, donde también lució el extremo Igropulo, muy seguro desde los siete metros y mayor anotador del encuentro (11 goles), dispuso en varias ocasiones de una máxima renta de 12 goles que, a la postre, fue la definitiva gracias al último tanto desde el pivote a cargo de Noddesbo.