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Turf | Grand National

Inglaterra por fin pudo coronar a Tony McCoy

Al mejor jockey de vallas sólo le faltaba el Grand National.

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Inglaterra por fin pudo coronar a Tony McCoy

El Grand National, después de 162 ediciones, mantenía una cuenta pendiente con un hombre que perseguía su sueño desde 1995: Tony McCoy, el niño bonito de las vallas en Inglaterra, el jockey de los récords que ayer, con Don't Push It, ganó por fin sobre la pradera de Aintree tras quince intentos.

McCoy, entre tanto, se había entretenido en adjudicarse la estadística de jockeys (la que distingue al jinete con más victorias) en catorce temporadas. Desde que salió de Irlanda del Norte, donde nació hace 35 años, había triunfado en más de 3.000 carreras, entre ellas las más importantes como la Copa de Oro de Cheltemham. Su historia estaba, incluso, relatada ya en dos autobiografías. Pero en ellas faltaba un capítulo que terminó de escribirse ayer.

El Grand National, la carrera de las sorpresas, debía tener al norirlandés en su palmarés y McCoy al Grand National en su historial. El jockey, que había sido tercero en tres ocasiones, había elegido a Don?t Push It, con el que mantuvo siempre a tiro a Conna Castle y Black Apalachi, en cabeza desde el principio. Con un final majestuoso dejó atrás tras el último obstáculo a Black Apalachi (Dens O'Reagan), segundo, State of Play (Paul Moloney), tercero, y al gran favorito Big Fella Thanks, que había cambiado a su jinete al fracturarse el brazo por la mañana. "Me tenía por un buen jockey, pero no ganar el Grand National era un borrón en mi currículum", dijo entre lágrimas McCoy.

Don't Push It es propiedad de JP McManus, ex copropietario del Liverpool y que posee 400 caballos. También participa en la casa de apuestas Ladbrokes. Su caballo pasó de pagarse 20-1 durante la semana a ser favorito en la mañana con 10-1. Así que fue un desastre para las casas de apuestas. McManus ganó gloria pero perdió dinero.