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El Celta gana al Oviedo sin tener que emplearse a fondo

El Celta no necesitó emplearse tan a fondo como el día del debut ya que el Oviedo tampoco mostró el instinto ofensivo que había dejado en su primera visita a Galicia.

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<b>CELTA DE VIGO 11 - OVIEDO 7</b>.
CELTA DE VIGO 11 - OVIEDO 7.AS.com

La afición del Celta se acercó hasta el municipal de As Travesas con ganas de ver ratificada la buena imagen que los de Moncho Carnero (debutante hoy en el banquillo local) habían dejado en su debut ante el Dépor pese a la derrota. Y esas expectativas no se vieron defraudadas.

Intercambio de ataques en los primeros minutos, con disparos fallidos para ambos equipos hasta que en el minuto 4 el Oviedo abría el marcador con un gran tiro desde media distancia de Jaime Jordán.

Gracias a los palos y a un entonadísimo Mora, el Celta desperdició sus primeras y claras ocasiones para empatar con Ratkovic y Otero como protagonistas. Los celestes se hicieron con el mando del encuentro desde los primeros minutos, pero los fallos en ataque se convirtieron en la tónica general del primer cuarto de partido. La suerte tampoco acompañaba al Celta en el ese tramo del encuentro con otro tiro al poste de Otero, mientras que el Oviedo apenas conseguía acercarse a la portería defendida por Maté.

Ambos equipos comenzaron a abusar del disparo lejano y del fútbol directo ante la falta de gol. Hubo que esperar hasta el minuto 16 para ver el primer gol celeste que llegaba tras un disparo cruzado de Manel. Una ventaja que se pudo ver ampliada a los pocos segundos después de un clamoroso fallo de Mora en una cesión en el área que a punto estuvo de aprovechar el Celta.

El dominio de los de Moncho Carnero, instalado constantemente en campo del Oviedo, tuvo su premio. El Celta ampliaba la ventaja hasta el 4-1 con goles de Quique, Toni Otero y Otero. Todo lo que hasta ese momento eran errores de puntería se convirtieron en plena efectividad para los gallegos.

El Oviedo necesitó irse arriba y sus dos primeras aproximaciones con peligro fueron frustradas por espectaculares intervenciones de Javier Maté. A la tercera fue la vencida y los carballones abrieron la lata por mediación de Iván Ania tras aprovechar un rechace de la defensa del Celta. A partir de ese momento, el partido recuperó la tónica de buenas acciones en ataque por parte de ambos equipos, aunque Mora volvió a ser providencial para el Oviedo tras salvar dos goles cantados bajo palos. Una fortuna que no duró mucho ya que Quique ampliaba la ventaja celeste poniendo el 5-2 en el marcador con el que se llegó al descanso.

La superioridad ofensiva del Celta volvió a quedar patente en la segunda mitad, ante un Oviedo que saltó al tapiz con ganas de recortar distancias. Cinco minutos le bastaron a los de Moncho Carnero para poner el 7-2 en el marcador gracias a los tantos de Manel y Ratkovic. Dos goles que rompieron el partido a favor de los vigueses de forma definitiva.

Pese a la diferencia en el marcador, el Oviedo siguió intentándolo. Pero se encontró bajo palos con un inspiradísimo Emilio que, eso sí, nada pudo hacer para evitar el tercero de los asturianos, obra de Jaime Jordán.

Manel, por partida doble, acabó con cualquier sueño de los visitantes de meterse en el partido en el ecuador de la segunda parte. La mala racha del Oviedo afectó incluso al guardameta Manolo que tuvo que retirarse por lesión a diez minutos del final del encuentro.

A pesar de que el Celta firmaba poco después su décimo tanto, obra de Toni Otero, el Oviedo volvía a volcarse en ataque por enésima vez para intentar recortar distancias al 10-4 que brillaba en el luminoso de As Travesas. Simón sumaba el cuarto de los asturianos, pero de nuevo los celestes ponían su superioridad ofensiva sobre el tapiz con un tanto de Cainzos.

El Oviedo parecía disfrutar de su mejor momento a tres minutos del final al conseguir aumentar su saldo goleador hasta el 11-7. Unos minutos de acierto que acabaron justo con el partido y con la última diana de Iván Ania que solo maquilló un partido muy cómodo para el Celta, que no necesitó emplearse tan a fondo como el día del debut ya que el Oviedo tampoco mostró el instinto ofensivo que había dejado en su primera visita a Galicia.