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ASOBAL | BARCELONA 36 - VALLADOLID 23

El Barcelona Borges se venga de su verdugo copero

No tuvo piedad el Barcelona con el Cuatro Rayas Valladolid, al que devolvió el fiasco de hace unos días en el torneo copero y de paso asestó un golpe casi definitivo en la Liga.

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No tuvo piedad el Barcelona Borges con su rival en la Copa del Rey (36-23), el Cuatro Rayas Valladolid, al que devolvió el fiasco de hace unos días en el torneo copero y de paso asestó un golpe casi definitivo en la Liga, justo antes de su decisiva visita a Ciudad Real. Todo apuntaba a que el Valladolid sería un rival incómodo, como siempre en sus visitas al Palau. Los hombres de Juan Carlos Pastor visitaban al líder dispuestos a poner de nuevo en problemas a los azulgranas y mantener su tercer puesto en Liga.

El equipo de Pascual arrancó enchufado, pero excesivamente desacertado en sus disparos. En los primeros seis minutos hasta en cinco ocasiones marraron los azulgranas sus lanzamientos, mientras que el Valladolid no dejaba escapar casi ninguna de sus ocasiones ante Sjostrand (2-4, min. 6). Sin embargo, los locales dieron la vuelta a esa dinámica y con ello al marcador con la entrada en escena de ese correcaminos incansable llamado Juanín, que en dos contragolpes desangró a los visitantes. Al tercero, estrelló el balón en el palo (6-4, min.11).

Ese mismo juego rápido que benefició a los azulgranas para revertir el partido también provocó que éste se descontrolara y los dos equipos iniciaron un carrusel de fallos y pérdidas de balón que en general fue la tónica del primer tiempo. Sin embargo, acertó Pascual al dar entrada a Saric al cuarto de hora de haber iniciado el encuentro, ante la poca inspiración de Sjostrand para atajar las llegadas de los visitantes.

Hasta en siete ocasiones desbarató las acometidas visitantes en los siguientes quince minutos, con lo que se ganó una encendida ovación del Palau y desesperó al Valladolid, que se marchó al descanso cuatro goles por debajo (16-12). En el segundo tiempo el Barcelona fue minuto a minuto acuchillando la defensa del Valladolid, mientras que las manoplas omnipresentes de Saric hacían el resto (16 paradas en todo el partido). A los trece minutos, la diferencia en el marcador ya era de once tantos, una distancia inalcanzable hasta el final (36-23).

Quizá esperaba más el Barcelona de este Valladolid. Ahora, el Kiel alemán y el Ciudad Real son los próximos escollos para alzar la Liga y disputar, por segundo año consecutivo, la final a cuatro de la Liga de Campeones. De momento y a falta de esos retos que se avecinan, ya se ha tomando su particular venganza copera.