Kipsang emula a Tergat y bate en Berlín el récord mundial

Berlín es una ciudad con magia para la maratón. En diez años, han caído allí los últimos cinco récords mundiales, en la Puerta de Brandemburgo, y los nombres que pulverizaron la plusmarca son de escalofrío: Tergat, Gebrselassie (dos veces), Makau y desde ayer... Wilson Kipsang. Este policia keniano, de 31 años, paró el reloj en 2h 03:23, un registro 15 segundos mejor que el anterior tope de Makau. Cumplió su sueño: “Hace una década vi el récord de Tergat y me prometí que yo también lo haría”.

Kipsang salió con fe ciega en sus liebres, Philemon Rono y Edwin Kiptoo. El keniano pasaba a tiempo de récord por Tiergarten, el Reichstag, la inmensa Karl Marx Allee, el bohemio Kreuzberg... Las zonas más emblemáticas le sentaban bien a este carismático keniano, que se desplazaba a 2:55 cada mil para llegar a la media en 1h 01:34. Todo bien para la plusmarca. Pero al entrar en Berlín occidental, algo falló. Las liebres se desvanecían y Kipsang marcaba miles muy cerca de los 3:00.

En el kilómetro 30 el tope de Makau estaba a 23 segundos. Fue ahí cuando el recuerdo de Tergat apareció en Kipsang, que arrancó como una locomotora para ganar tiempo al reloj y volver a su media de 2:55. “Me sentí fuerte y cambié”, dijo después Wilson, que en el 40 ya estaba de nuevo en tiempo de récord. En Unter den Linden remató con 2h 03:23. Y avisó: “Hacía viento y hubo que luchar. Valgo menos”. En 2011, se quedó a cinco segundos del récord. Ahora ya es el mejor.