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RUGBY CHAMPIONSHIP

Los All Blacks reafirman su tiranía en Wellington

Nueva Zelanda logra una victoria muy sufrida frente a Sudáfrica (14-10) y consolida su liderato en solitario del Rugby Championship.

Actualizado a
Los All Blacks reafirman su tiranía en Wellington
ANTHONY PHELPSREUTERS

No pudo ser. Sudáfrica tuvo la victoria en sus manos, pero se le volvió a escapar, como ante Australia. Habría sido una machada, el fin del récord de 35 partidos seguidos ganados en casa por parte de los All Blacks. Pero no quieren perder. Por muy difícil que sea el partido, los hombres de negro siempre consiguen salvar los muebles.

Así pues, Nueva Zelanda reafirma su primera posición en el torneo y ya le saca seis puntos al segundo clasificado, precisamente Sudáfrica. Muy erráticos deberían ser los kiwis para dejar escapar de nuevo este torneo, aunque los desplazamientos a Sudáfrica y Argentina no se antojan nada cómodos. Los Springboks ya demostraron que pese a su tiranía son humanos y se les puede hacer daño.

Empezaron dominando los locales, con su juego a la mano, combinado con alguna que otra patada. Sudáfrica tan solo era capaz de defenderse en su propio campo, pese a hacerlo francamente bien y con su empuje habitual en los rucks. Ante este dominio, llegó el primer golpe de castigo para Nueva Zelanda, que transformó Aaron Cruden. Sin embargo, llegado el cuarto de hora de juego y en uno de los pocos ataques sudafricanos, Cornal Hendricks atravesó la línea defensiva rival con un enorme poderío y logró el primer ensayo, que Handré Pollard convirtió. Sudáfrica presionaba muy arriba y recuperaba balones fruto de las continuas transmisiones neozelandesas, no del todo correctas. Nueva Zelanda sufría también en defensa con algún que otro error de colocación y de placaje, pero seguía teniendo más posesión. Cruden puso el 6-7 con un nuevo golpe de castigo y pudo poner por delante a los suyos al final del primer tiempo pero su tiro se marchó desviado.

El técnico neozelandés, Steve Hansen, cambió en el descanso al centro Ma’a Nonu por Cory Jane y colocó al ala Ben Smith en el sitio de Nonu. La intención era clara: atravesar la línea defensiva de Sudáfrica a base de pases y fintas, no de choques. Smith serpenteaba por el centro, pero no acababa de encontrar el hueco. En esta tesitura, Cruden decidió enviar una patada a la banda, donde estaba Kieran Read, solo. Pero el ‘8’ neozelandés demostró una vez más su tremenda calidad y fue capaz de recibir el oval en el aire, aguantar la posesión y dar un pase al omnipresente Riche McCaw, que había hecho un gran sprint para apoyar a su compañero. Ensayo para los locales. Cruden no pudo transformarlo y la ventaja no era nada amplia. Pollard se encargó de recordárselo a los neozelandeses con un drop perfecto que ponía el 11-10 en el marcador a falta de veinte minutos para el final. Sudáfrica buscaba el ensayo, pero los locales se defendían a la perfección y ganaban a sus rivales incluso en las melés. Los All Blacks, además aprovecharon un golpe de castigo para ampliar un poco la renta, por medio de Beauden Barrett, que había sustituido a Cruden. Los Springboks dominaron el final del encuentro, pero la buena defensa local y algunas malas decisiones en su ataque les privaron de dar la campanada.