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ESPELEOLOGÍA

El espeleólogo español, rescatado tras 12 días

Doce días después y tras un laborioso y complicado rescate en el que ha participado un centenar de personas, Cecilio López-Tercero volvió a ver la luz del sol.

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El espeleólogo español, rescatado tras 12 días
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Tras 12 días herido y atrapado en la cueva peruana de Intimachay, el espeleólogo Cecilio López-Tercero al fin vio la luz del sol. Tras durísimas labores de rescate en las que han trabajado un centenar de personas, a última hora de ayer los equipos de salvamento lograron ascender el último tramo y sacar la camilla en la que transportaban al español inmovilizado. Sufre una posible fractura de vértebras y, aunque sedado por el dolor, se encuentra estable y consciente. Fue evacuado en uno de los helicópteros cedidos por el gobierno peruano a la ciudad de Chachapoyas, donde le esperaban dos ambulancias, traumatólogo y cardiólogo.

La Federación Madrileña reclama ayuda del Gobierno

Unos 200.000 euros estima la Federación Madrileña de Espeleología que costará el rescate, en el que han viajado hasta 58 especialistas desde España. Muchos en vuelos comerciales que han ido costeando gracias a ayudas voluntarias (han recaudado unos 50.000 euros) y la cantidad del seguro, que Generali se ofreció a adelantar, unos 18.000. “Cuando preguntamos si íbamos a tener apoyo, el Ministerio de Asuntos Exteriores nos indicó que estas actuaciones están fuera de su protocolo y no tienen presupuesto”, se apunta desde la Federación, que sí ha destacado los esfuerzos del Consulado en Perú y las autoridades andinas. No obstante, han recogido más de 32.000 firmas para pedir ese apoyo que sería decisivo ahora para la repatriación de Cecilio y los equipos de rescate.

Un final feliz a un rescate que ha durado 12 días. El pasado 18 de septiembre, Cecilio, experimentado espeleólogo de la Federación Madrileña, cayó desde una altura de cinco metros cuando participaba, a 400 metros de profundidad, en una expedición con espeleólogos de diferentes nacionalidades en la cueva de Intimachay, rastreando restos arqueológicos de culturas prehispánicas.

Desde que se conoció el suceso, hasta 58 especialistas han viajado desde España para colaborar en un complicado rescate por lo abrupto de la cueva y la necesidad de crear un operativo de cuerdas para izar al herido en camilla. Los especialistas fueron creando ‘puntos calientes’, unos vivac donde mantener al herido caliente en un ambiente de 100% de humedad y 10º, el último a unos 150 metros de profundidad desde el que, tras 24 horas de intenso trabajo, se le pudo llevar hasta la boca de la cueva.