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ATLETISMO

Oscar Pistorius, condenado a cinco años, entra en prisión

El atleta sudafricano ha escuchado hoy la sentencia tras un largo juicio por la muerte de su pareja el 14 de febrero de 2013 por un disparo de Pistorius.

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Oscar Pistorius, condenado a cinco años, entra en prisión
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El atleta sudafricano Oscar Pistorius ingresó este martes en la cárcel Kgosi Mampuru, en Pretoria, donde cumplirá la sentencia de cinco años de prisión que se le ha impuesto por matar a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.

Pistorius fue trasladado a la prisión en un furgón policial unas dos horas después de que la magistrada Thokozile Masipa dictara la sentencia en el Tribunal Superior de Pretoria, donde llegó en libertad a primera hora de la mañana.

Antes de ocupar su celda, el personal del centro someterá a Pistorius a una revisión médica, según informa la agencia de noticias sudafricana SAPA.

Pistorius entró en el capítulo de los pioneros del deporte al clasificarse para los Juegos Olímpicos de 2012, en los que se convirtió en el primer discapacitado en competir junto a atletas sin minusvalías.

El deportista, que nació en Johannesburgo el 22 de noviembre de 1986 (27 años), vino al mundo sin los peronés y por ello sufrió la amputación de las dos piernas por debajo de las rodillas cuando tenía once meses.

Pese a ello, fue desde niño un gran practicante de diversos deportes, entre ellos waterpolo, tenis y rugby. Y, pese a la rotura de una rodilla en 2003 mientras jugaba al rugby, continuó con su carrera deportiva.

Después de trabajar durante nueve meses con el entrenador de velocistas Ampie Louw, en 2004 comenzó a competir gracias a dos prótesis de carbono en forma de "J".

Convertido en un atleta paralímpico de primer nivel, en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 consiguió la medalla de oro en los 200 metros y la de bronce en los 100 metros en la modalidad T44 (amputación única por debajo de la rodilla). Dos años después se proclamó campeón del mundo en las distancias de 100, 200 y 400 metros, en Assen (Holanda).

Su objetivo era competir con atletas sin minusvalías y en 2007 tuvo una oportunidad con desigual resultado. El 13 de julio quedó segundo en los 400 m. de la Golden Gala de Roma (46.90) y fue descalificado por salida falsa dos días después en Sheffield (Inglaterra).

La Federación Internacional (IAAF) le impidió seguir compitiendo en esas pruebas por considerar que las prótesis le proporcionaban una ayuda que estaba fuera de la normativa y cortó sus aspiraciones de correr en los Mundiales de Osaka de 2007.

El 14 de enero de 2008 la IAAF consideró, tras un análisis biomecánico y fisiológico de sus prótesis, que éstas le daban ventaja al recibir más impulso del normal (artículo 144.2 de su reglamento).

Pistorius recurrió la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), última instancia jurídica deportiva, que el 16 de mayo falló a su favor al considerar que no quedaba probado que obtuviera ventajas.

"Blade Runner", como se le conoce, dispuso aún de dos meses para lograr la mínima de 45.95 que le permitiera ir a los Juegos de Pekín, pero no logró rebajar las cinco décimas que necesitaba, y tampoco fue incluido en el relevo 4x400 por haber en su país seis atletas con mejor tiempo que el suyo.

En los Paralímpicos de Pekín de 2008 logró tres medallas de oro en las distancias de 100, 200 y 400 metros. Al año siguiente volvió a intentar hacer mínima para los Mundiales de Alemania, pero tampoco lo consiguió.

El 26 de enero de 2011 sufrió su primera derrota en siete años en una carrera paralímpica de 100 metros, al ser superado por el estadounidense Jerome Singleton en los Mundiales de Nueva Zelanda. En esa competición, además de esa medalla de plata, sumó tres de oro, en los 200, 400 y el relevo 4x100.

En agosto de 2011 le llegó su primera gran oportunidad al ser seleccionado para participar en los Mundiales de Daegu (Corea del Sur). Pistorius contribuyó a la medalla de plata de su país en los 4x400 metros y llegó a las semifinales en los 400.

El culmen de su carrera llegó en los Juegos de Londres 2012, en los que se convirtió en el primer atleta con una doble amputación presente en una cita olímpica. El 4 de agosto logró clasificarse para las semifinales de los 400 metros, aunque acabó su serie octavo y último, por lo que no pudo acceder a la final.

Unos meses después, Pistorius dio un inesperado salto de los titulares de las páginas deportivas a los de sucesos: el 14 de febrero de 2013 fue acusado por la Policía de Sudáfrica del asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, que fue hallada muerta con cuatro disparos en el domicilio del atleta en Pretoria.

El atleta esgrimió que había disparado a través de la puerta cerrada del baño, donde se encontraba Steenkamp, al confundir a su pareja con un ladrón.

La brigadier Denise Beukes mencionó incidentes previos de violencia doméstica en la casa de Pistorius y admitió que se opondrían a la libertad bajo fianza en el Tribunal de Pretoria.

El corredor prestó declaración el 15 de febrero y negó su implicación en los hechos, mientras que la Fiscalía le declaró culpable del asesinato de su novia.

La policía halló un bate ensangrentado en la casa de Pistorius, que canceló todas las carreras que tenía previsto disputar. Además, el diario sudafricano "Beeld" publicó que había disparado por accidente con una pistola en un restaurante de Johannesburgo en enero de 2013.

El atleta consiguió la libertad bajo fianza de unos 85.500 euros el 22 de febrero.

El 4 de junio de 2013, el Tribunal de la Magistratura de Pretoria decidió aplazar hasta el 19 de agosto la vista previa al juicio, para que los investigadores tuvieran tiempo de estudiar el caso. Pistorius reapareció ese día ante el tribunal, más de tres meses después de haber obtenido la libertad bajo fianza.

En la vista previa se decidió que el juicio se celebraría en Pretoria entre el 3 y el 20 de marzo de 2014. El escrito de la Fiscalía presentado en el tribunal acusaba a Pistorius de los delitos de asesinato y violación de la ley sudafricana de control de armas.

El atleta rezó y lloró al ser informado de que podría ser condenado a cadena perpetua si era hallado culpable.

Debido al interés mediático del caso, a finales de febrero de 2014 la jueza Dunstan Mlambo autorizó la retransmisión en directo de casi toda la vista, salvo la declaración del atleta.

Como estaba previsto, el juicio se inició el 3 de marzo de 2014 en el Tribunal Superior de Pretoria y ese día el atleta se declaró "no culpable" del cargo de asesinato premeditado del que le acusó el fiscal.

En su primer día de testimonio, el 7 de abril, Pistorius pidió disculpas por haber matado por accidente a su novia y repasó los problemas que sufre desde su infancia. Al día siguiente, reiteró al fiscal que no la mató intencionadamente.

El 12 de mayo su defensa alegó que el atleta sufría un Transtorno de Ansiedad Generalizada (TAG), como consecuencia de la amputación de las piernas, el divorcio de sus padres y la muerte de su madre, lo que pudo causarle ansiedad e influir en su comportamiento al asesinar a su novia.

Ante ese cuadro, el fiscal pidió que se le sometiera a un examen psiquiátrico y la jueza accedió dos días después.

Durante un mes, Pistorius se sometió a un examen que determinó que era plenamente responsable de sus actos cuando mató a su novia. El 8 de julio se aplazó el juicio hasta el 7 de agosto, cuando las partes expusieron durante dos días sus conclusiones finales.

El pasado 12 de septiembre Oscar Pistorius fue declarado culpable de homicidio por matar a tiros a Reeva Steenkamp. La jueza del caso consideró probado que el corredor había disparado intencionadamente a través de la puerta del cuarto de baño de la vivienda que ambos compartían, aunque estimó que no tenía intención de matar a la persona que había tras ella.

El atleta se enfrentaba a una pena máxima de quince años de prisión por el delito de homicidio. Finalmente, según lo anunciado hoy, Pistorius cumplirá cinco años de cárcel.

La jueza ha desestimado la propuesta de la defensa de que cumpliera una sentencia de tres años de arresto domiciliario y no ingresara en prisión.

"Una sentencia sin custodia enviaría un mensaje erróneo a la sociedad, pero una sentencia larga no sería apropiada", dice el fallo.