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NATACIÓN | CAMPEONATOS DE ESPAÑA

Mireia Belmonte es incansable: bate el récord de 1.500 libre

Tras sus cuatro oros en el Mundial de piscina corta de Doha, la ganadora del Premio AS de este año batió con 15:19.71 el récord de Lauren Boyle.

SabadellActualizado a
Mireia Belmonte, tras batir el récord.
Rodolfo Molina

Jordi Cadens, técnico de la RFEN, controlaba la situación, cronómetro en mano, en la piscina de Can Llong, en Sabadell, antiguo club de Mireia Belmonte y Fred Vergnoux. “Un segundo por encima no, es por debajo”, le hizo rectificar a una mujer que anunciaba por megafonía que por primera vez, y a falta de 350 metros para finalizar los 1.500 libre, Mireia Belmonte ya estaba por debajo del récord del mundo de la neozelandesa Lauren Boyle (15:22.68).

La algarabía era ensordecedora. Los decibelios aumentaban a cada largo. Su entrenador alzaba los brazos y la arengaba. También se levantó de la silla Fernando Carpena, presidente de la RFEN. Mireia no bajaba el ritmo, lo aumentaba. Y el récord cayó (15:19.71) ante el aplauso de nadadores, técnicos y espectadores que acudieron a la primera jornada de los Campeonatos de España de piscina corta. Eran las 12:45. Mireia tocaba la campana.

Un desenlace previsible, dada la preparación de la badalonesa, mostrada en el Mundial de Doha (cuatro oros y dos récords del mundo), finalizado cinco días antes. Era el objetivo de estos Nacionales, según su técnico, ya que en el resto de pruebas que le quedan (200 y 400 estilos, 200 mariposa, 400 y 800 libre) no tendrá mucha competencia y el listón está demasiado alto. Con este récord, Mireia Belmonte ya acumula cinco en piscina corta, lo que le iguala con Katinka Hosszu, quien tras el Mundial lleva ese número.

La carrera de Mireia, que recogerá el lunes en Madrid su segundo Premio AS del Deporte,  fue de menos a más, como nos tiene acostumbrados. A partir del 800, empezó a superar su registro del año anterior, que posteriormente pulverizaría (15:26.95). Aceleró después del kilómetro, lejos ya de sus rivales, María Vilas (plata), Jimena Pérez, Bea Gómez (bronce) o Erika Villaecija. Y, a partir del 1.150, ya nadaba por debajo de la línea roja. Acabó fuerte, con ganas de más metros, demostrando su preparación mastodóntica y sus tres semanas en altura, en Sierra Nevada.

Aunque los 1.500 no son una prueba olímpica, ni tampoco requiere de una preparación específica como podían ser otras pruebas cortas, Mireia demuestra su capacidad para nadar a un ritmo elevado distancias prolongadas. La nadadora de la UCAM se sintió como en casa. Este sábado seguirá con la penúltima jornada de la última competición del 2014: acumula 48 medallas... Y aún le queda.