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CONTRATOS DE ESTRELLAS

Phillip Rivers seguirá en los Chargers, en San Diego o L.A.

El quaterback, que había mostrado reticencias a moverse a la gran urbe californiana, firma una extensión de contrato por cuatro años más.

Actualizado a
Philip Rivers celebrando su nuevo contrato con Jerry Jones en el partido entre Chargers y Cowboys de este fin de semana.
J. Escobar

Philip Rivers si se irá a Los Angeles si los Chargers acaban allí. Sí. Durante toda la offseason se ha especulado sobre el deseo del jugador de irse a Tennessee en caso de que la franquicia se moviese, así como se ha insistido en su peculiar carácter, que le haría querer salir de la franquicia en la que lleva toda su vida si esta acababa en la gran urbe californiana.

Pero, amigos, al final todo era lo de siempre: dinero.

Philip Rivers ha firmado una extensión de contrato con los San Diego Chargers. Serán 4 años por una suma total de 84 millones de dólares. Sumados a los 15,75 millones que cobrará este año el montante final por el próximo lustro para el quaterback es de 99,75, esto es, una cifra muy cercana a los 20 millones de dólares anuales.

Por supuesto, sólo unos 65 millones de ellos están garantizados y sólo 31,7 millones están completamente garantizados (y cobrados) en la firma del contrato. La diferencia entre ambas cantidades es la resultante de aplicar la lógica imposibilidad de que sea cortado en los tres próximos años debido a la inconmensurable cantidad de dinero muerto que le quedaría a los Chargers en su límite salarial. Así que, en efecto, es inimaginable que Rivers no cobre esos 65 millones. Otra cosa serán los dos últimos años de esta extensión que, como siempre en esta liga, tendrán que ver con su rendimiento en el campo.

Estas cifras son muy similares a las firmadas por otros QBs en los últimos tiempos. De hecho, la media es un poco superior al contrato firmado por Russell Wilson, algo normal si se tiene en cuenta que Rivers viene de unas condiciones mucho mejores que las del QB de los Seahawks, pues a su extensión sólo había que sumarle el millón y medio que iba a cobrar este año.

La conclusión obvia es que Phillip Rivers no es tan raro ni se opone a jugar en Los Angeles. Aún no se sabe que dos equipos jugarán cerca de Hollywood, pero si uno de ellos son los Chargers tendrán como pasador a Rivers, y con él su mujer y sus ocho hijos, que tan preocupados parecían por cambiar de su estilo de vida plácido y relajado al caótico angelino. Como siempre, el dinero ha acabado con la resistencia de incluso los más puros de corazón.

Y desde el punto de vista deportivo, la franquicia se asienta en el puesto más importante en los cruciales momentos que les quedan por delante, ya sea para aspirar a ser grandes o para reconstruirse al llegar a una nueva ciudad.