Jacob deGrom supera a Kershaw y adelanta a los Mets

Tal como hablamos Pepe Rodríguez y servidor en la pasada edición de nuestro podcast diario en relación con lo que se nos avecinaba el fin de semana, había un duelo en las Series de División que destacaba muy por encima del resto y era el enfrentamiento entre Clayton Kershaw para los Dodgers y Jacob deGrom para los Mets.

Ya podemos confirmar que al melenudo pitcher de los de Queens le encantan los focos al realizar una de las actuaciones más dominantes que se recuerdan en un debut de postemporada al superar al tres veces ganador del Cy Young de forma clara y conseguir trece strikeouts en siete entradas sin permitir carreras.

Ambos equipos estuvieron luchando en los últimos compases de la temporada regular por ver quién tenía el honor de ser el local para los dos primeros encuentros (y un potencial quinto) de las Series de División pero los Mets estuvieron sorprendentemente espesos y desperdiciaron una oportunidad inmejorable para abrir la serie en Nueva York.

Con el escenario del gran Dodger Stadium y con el maravilloso Sandy Koufax en la grada, se anticipaba un partido en el que Clayton Kershaw callara todas esas voces que afirman que es un maravilloso pitcher en temporada regular pero mediocre en playoffs.

Sin embargo, fue Jacob deGrom el que robó el show Kershaw en lo que fue un maravilloso duelo y que cumplió con todas las expectativas que se habían generado. Sólo un zarpazo de Daniel Murphy suponía la diferencia en el que los pitchers eran tan superiores a sus rivales que hasta daba algo de pena.

Especialmente intocable se mostró el diestro de los Mets con una bola rápida que osciló entre las 97 y 98 millas por hora y que fue intocable durante toda la noche en la que llegó a acumular un total de 121 lanzamientos, sólo uno por debajo de su marca personal.

Sólo un par de fallos garrafales de Michael Cuddyer causaron problemas a deGrom, que justificó plenamente la decisión de su entrenador a la hora de asignarle el primer partido de la serie.

Kershaw estuvo muy bien pero con mayores problemas de control de los habituales. Sus tres bases por bolas en la séptima entrada fueron el punto y final de su participación y es que parece que ese momento de los partidos en playoffs tiene un asunto pendiente con Kershaw, como se pudo ver el año pasado contra St. Louis.

El bullpen de los Dodgers, algo inconsistente a lo largo del año, no fue capaz de anular esa situación y el momento de redención, tan apropiado como siempre en este deporte, llegó para el capitán de los Mets, David Wright, que logró un single de dos carreras para poner el 3-0.

A pesar de las dificultades en la octava, los Mets fueron capaces de cerrar el choque y robar el factor campo a los Dodgers. Una parte enorme de las opciones de los angelinos pasarán por lo que pueda hacer el diestro y uno de los pitchers del año, Zack Greinke, que tendrá delante ni más ni menos que a un dios nórdico como es Thor, el apodo que recibe el gigantesco Noah Syndergaard.

Si ha habido un momento tan necesario como para que Greinke eche mano de su magia en esta temporada, no se me ocurre uno más apropiado.