Un laboratorio secreto de apoyo y 1.417 controles destruidos

La Comisión Independiente (CI) de la AMA desvela que los atletas rusos se beneficiaban de un sospechoso segundo laboratorio de apoyo, el Laboratorio del Comité de Deportes de Moscú para la Identificación de Sustancias Prohibidas en Muestras de Deportistas. Bajo el amparo del ayuntamiento de la capital, dispone de “la misma capacidad del laboratorio acreditado por la AMA”, el de Moscú. Su labor sería simple: discriminar los test positivos para que no llegaran al oficial.

“Declaraciones de confidentes y testigos protegidos corroboran que este segundo laboratorio se ocupa de la destrucción y ocultamiento de lo que habrían sido de otra forma test positivos”, se refleja en el informe. La Comisión no consiguió pruebas de que este organismo, dirigido por el georgiano Giorgi Bezhanishvili, tuviera un enlace directo con la RUSADA (Agencia Antidopaje de Rusia), la ARAF (Federación de Atletismo) o el laboratorio de Moscú. Pero deja claras las sospechas de que este centro, en una zona industrial a 10 km del centro, “podría ser usado como un primer paso para identificar test de deportistas rusos con muestras de orina sospechosas o positivas”.

El director del laboratorio de Moscú, Grigori Rodchenkov, ya había sido detenido en 2013 cuando a su hermana se le encontraron sustancias como oxandrolona y testosterona, que vendía a deportistas. En el informe, se le considera “una parte integral de la conspiración para extorsionar monetariamente a atletas para tapar resultados positivos”. Una trama en la que también estaba implicado el expresidente de la ARAF y antiguo tesorero de la IAAF, Valentin Balakhnichev.

La CI revela, además, que se destruyeron 1.417 muestras antes de que unos enviados de la AMA visitaran Moscú en diciembre del 2014. A raíz de las revelaciones de la ARD, el 9 de diciembre se pidió a Rodchenkov que conservara “todas las muestras congeladas y bajo una estricta cadena de custodia hasta nueva orden”. Cuando los técnicos de la Agencia Mundial llegaron a Rusia, se encontraron que 1.417 test habían sido destruidos, y que sólo 3.000 estaban disponibles cuando la capacidad era de 10.000.

Las visitas de la FSB, la policía secreta rusa, un órgano federal que está bajo jurisdicción directa del presidente Vladimir Putin, eran continuas. Se habla de “reuniones semanales” con Rodchenkov que afectan “a la imparcialidad” del laboratorio. Durante los Juegos de Sochi 2014, la presencia se acentuó, también en la ciudad balneario sede de los Juegos de Invierno. “En Sochi tuvimos agentes de la FSB haciéndose pasar por técnicos de laboratorio”, confirmaron testigos.