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CHICAGO CUBS

El fichaje de Fowler es el último golpe de efecto de los Cubs

Hace dos semanas, la principal casa de apuestas deportivas del país dio como máximo favorito a los de Chicago de cara a ganar la Serie Mundial.

Actualizado a
El regreso de Dexter Fowler a los Cubs ha pillado a muchos por sorpresa.
Jonathan DanielGetty Images

Tras cinco años perdedores, en los que llegó a ganar solo 61 partidos en 2012, 66 en 2013 y 73 en 2014 los Cubs estaban preparados para renacer tras cultivar mucho talento en su finca. Y, quizá provocado por el cambio climático, el talento brotó antes de lo que se esperaba. En 2015 lograron ganar 97 partidos. Una cifra exageradamente grande para un equipo tan joven. Por tanto, esta temporada, con un año ya de experiencia para sus novatos, esperan dar el paso que les faltó el año pasado, la Serie Mundial.

Para ello, Theo Epstein (Presidente de Operaciones Beisbolísticas) y Jed Hoyer (General Manager) realizaron el mayor esfuerzo económico de la historia de la franquicia. Era necesario apoyar a sus novatos con gente experimentada y veterana. Así llegaron Jason Heyward, Ben Zobrist o John Lackey. Apoyando las adquisiciones del año pasado, lideradas por Jon Lester.

Todo este compendio genera un equipo estelar dirigidos por el Manager más prestigioso: Joe Maddon. No solo eso, también se hizo un esfuerzo para traer a los mejores en todos los departamentos: como el natural de Chicago John Mallee, el hitting coach que reforzó el staff técnico de Maddon el año pasado. Según los expertos, de los mejores del negocio. Además, se mantuvo a Chris Bosio: el pitching coach más prestigioso de las Grandes Ligas y que lleva tres años rechazando ofertas de otros equipos o Dave Martínez. La mano derecha de Maddon que incluso estuvo en el casting para dirigir a los Dodgers.

Durante el proceso de reconstrucción, los Cubs también firmaron a Manny Ramírez para moldear a los bateadores en su sucursal AAA en Iowa o le contrató a una de sus promesas (Javy Báez) un entrenador exclusivo y personal para mejorar su disciplina en el plato: Kevin Youkilis.

No solo se cultivó el talento, también se modernizó la organización por dentro. En el mandato de Epstein, los Cubs pasaron de tener cinco vetustos ordenadores en un cuarto dentro de Wrigley Field para analizar todo; a tener varios departamentos especializados donde trabajan decenas de personas, cada una con un solo desempeño específico. Todo ese vuelco gerencial durante este proceso tiene un precio y estando en el último año de contrato de Theo Epstein, próximamente veremos como la organización va a valorar dicha modernización. El dueño del equipo, Thomas S. Ricketts, anunció en los últimos días que Epstein será valorado como lo que es, el mejor ejecutivo deportivo del negocio.

La principal virtud de Epstein es no conformarse con lo que tiene y muchas veces repite una frase que suena desde hace varios años en Chicago: "El talento nunca sobra. Si encuentras algo mejor, agárralo". Fue la justificación para aceptar a Addison Russell en el trade que llevó a Hammel y Samardzija a Oakland en 2014 cuando la franquicia está plagada de SS con proyección. Hoy en día, Russell es titular con 21 años en el equipo favorito para ganar la Serie Mundial. Fue el que mejor WAR defensivo que el equipo registró en 2015 y, sin duda, será uno de los candidatos a "guante de oro" en la próxima temporada.

Por ello y con el line up equilibrado y todo lo necesario para ganar partidos, la semana pasada Theo Epstein dio su último arreglo. Contrató al bateador ambidiestro Dexter Fowler con un contrato de un año y ocho millones de dólares. El equipo, ya mantenía unos jardines titulares muy potentes: Kyle Schwarber-Jason Heyward-Jorge Soler. Sin embargo, Heyward es más RF natural y la no presencia de un CF puro inquietaba a la organización. Además, pese a que Zobrist y Heyward puede desempeñar la función, el único 'pero' del line up era no contar con un primer bate natural. Y Dexter Fowler lo es. Esto deja desplazado a Soler, aunque el cubano podrá alternar LF y RF, especialmente LF cuando Schwarber empiece a ver partidos como titular detrás del box.

Es parte positiva olvidar la psicosis que hubo tras la eliminación en la Serie de Campeonato contra los NY Mets por la defensa de los jardines, porque Fowler tuvo -1.0 de WAR defensivo. Es decir, su defensa estuvo por debajo de un jugador promedio. Pero los Cubs valoran más su capacidad de llegar a base. Es cierto que solo bateó .250, pero en julio y agosto bateó .275 y .298 respectivamente, con un porcentaje de embasado de .411 y .408 en esos meses, donde el equipo se jugó su plaza en octubre. Sin duda, los Cubs valoran mucho en Dexter Fowler dos apartados de su juego: su disciplina en el plato, viendo nada menos que 84 BB y su habilidad para masacrar a los zurdos, bateando contra ellos .326 con .399 de porcentaje de embasado.

Es necesario recordar que Fowler rechazó hace tres meses una oferta calificada de un año y algo más de 15 millones de dólares por parte de los Cubs, que es lo que marca la media de los 150 mejores contratos en las Grandes Ligas. La oferta calificada es una protección, en principio, para los equipos con menor mercado, que no pueden competir con las organizaciones de los grandes mercados en la agencia libre. Por tanto, si el pelotero rechaza la oferta calificada y busca explorar el mercado, el equipo que pierde al jugador recibirá un pick del equipo que lo firma en el siguiente draft amateur como compensación. Pese a no encontrar Fowler el suficiente interés que él esperaba, acabó, sólo tres meses después, firmando la mitad de dinero por el mismo tiempo...con la misma organización. Aunque es justo resaltar que rechazó una oferta de Baltimore Orioles por tres años y 33 millones de dólares.

Una nueva jugada maestra de Theo y su cuerpo de ejecutivos, que mantienen a un pelotero que desempaña una función específica y muy importante, con experiencia en el equipo y por la mitad de precio. Además, tendrá nuevamente la posibilidad de ofrecer una nueva oferta calificada al acabar la temporada y recibir una compensación vía draft en caso de que no ejerzan la opción mutua de renovación por un segundo año y nueve millones de dólares. Ahora queda ver la solución en el terreno. La teoría no es la práctica; pero haciendo las cosas bien, todo es mucho más fácil.