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JUEGOS PARALÍMPICOS

Maracaná rozó el lleno para dar la bienvenida a los paralímpicos

Río despejó dudas y dio la bienvenida a lo grande a los 4.314 deportistas de 164 países que competirán hasta el día 18 en los 15º Juegos Paralímpicos.

Rio de JaneiroActualizado a
Maracaná rozó el lleno para dar la bienvenida a los paralímpicos
Marcelo SayãoEFE

Este miércoles Brasil celebraba su fiesta de la Independencia y Río vivió su día festivo volcándose con sus Juegos Paralímpicos, con un estadio de Maracaná que rozó el lleno en la ceremonia inaugural. Las calles y las grandes playas de Río, Copacabana e Ipanema, animadísimas, tenían un color especial desde primeras horas de la mañana. Aunque en muchos lugares del país se vivió con tensión por las protestas callejeras ante la inestable situación política y social del país, con Michel Temer como presidente tras la reciente destitución de Dilma Rousseff. En el propio estadio, antes de comenzar el evento, se oyó un sonoro "Fuera Temer", dirigido al presidente interino de Brasil, presente en el estadio

Pero Brasil dio, por unas horas, la espalda a sus problemas y el mítico Maracaná, con capacidad para 78.838 espectadores, se engalanó para dar la bienvenida a lo grande a sus deportistas paralímpicos en los 15º Juegos Paralímpicos. El tiempo acompañó en un día playero en el que llegaron a rozarse los 30 grados en el cálido invierno de Río. A las 23:15 hora española se apagaron las luces y el público enloqueció. Miles de mecheros iluminaron el estadio y un espectacular vídeo de Philip Craven, el presidente del Comité Internacional, por las calles de Río con su silla de ruedas, fue la antesala de una ceremonia que arrancó con mucha fuerza y con la acrobacia increíble de Aaron Wheelz, un deportista en silla de ruedas lanzándose desde una rampa del estilo de los saltos de esquí.

En los días previos había preocupación por la ralentizada venta de entradas, pero Río no falló. Maracaná rozó el lleno y despejó parte de las dudas que se cernieron sobre los Juegos Paralímpicos tras la clausura de los Olímpicos por los graves problemas económicos y de financiación del Comité Organizador Río 2016. Ahora se espera que el público de Río siga respondiendo durante los 11 próximos días de competición.

Con la samba como sintonía casi permanente de la ceremonia, Río volcó toda su alegría y colorido en el estadio para dar paso a los verdaderos protagonistas, los deportistas paralímpicos. Desfilaron 4.314 atletas de 164 países. Saludos típicos, bailes de todo tipo y muchos selfies fueron la tónica dominante en todas las delegaciones. Una de las ausencias más sonadas fue la del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien explicó que no podía asistir porque debía acudir al funeral del expresidente de alemán Walter Scheel. Es la primera vez que el presidente del COI no asiste a la apertura del evento desde 1984.

España se quitó el sombrero

Nuestro abanderado, el deportista de tenis de mesa, José Manuel Ruiz, desfiló con seguridad y aplomo. Lo hacía con la responsabilidad de coger el testigo de Teresa Perales, abanderada en Londres 2012. La delegación española, formada por 127 deportistas, lució en Maracaná y lo hizo elegantemente vestida por la empresa valenciana Luanvi. Hubo quienes se quitaron literalmente el sombrero rojo, símbolo del Comité Paralímpico Español, utilizado para agradecer a todos aquellos que han ayudado a los deportistas paralímpicos durante estos años. La ceremonia se extendió hasta la 03:00 hora española. Una noche inolvidable para comenzar a albergar muchos sueños, que empiezan este jueves, en tan solo unas horas, en la cancha.