Si el propio Emilio Alzamora se encargó en Assen de decir que su segundo puesto allí fue fruto de la suerte, por tratarse de una carrera en agua, el obtenido en el GP del Pacífico fue heroico, por las mermadas condiciones físicas en las que corrió. Fue la sorpresa positiva del día porque hasta él dudaba si iba a poder acabar la carrera a causa de la parálisis facial que sufría. Esto le provocaba que el ojo derecho no parpadeara, estuviera siempre abierto y se le irritara. A pesar de todo, entró en la línea de meta por detrás de Harada y delante de McWilliams, al que batió en una preciosa última vuelta. A tres segundos del inglés llegó Fonsi Nieto, que consiguió una brillante cuarta plaza a costa de Rolfo, con el que se pasó y repasó tres veces en la última vuelta.
Resulta extraño llegar a estas alturas de la crónica de 250cc y no haber escrito todavía el nombre de Daijiro Katoh. El japonés, salvo en las dos carreras en lluvia (Italia y Holanda), ha estado siempre en el podio y por primera vez la suerte jugó en su contra. En la sexta vuelta él y Melandri marchaban segundo y tercero, respectivamente, cuando el italiano se cayó delante suyo y lo embistió, pasando con su Honda por encima de 'Macio'. La carrera acabó para ambos en ese momento y el que peor parado salió de todo fue Melandri, con una fractura en el dedo anular derecho. Este contratiempo de Katoh hace que se comprima la cabeza de la clasificación y la victoria le sirvió a Harada para reducir la diferencia de 49 a 24 puntos. Todavía tiene opciones de darle caza, aunque para ello necesitará la ayuda de los pilotos Aprilia, incluido Fonsi, con el que tuvo un enfrentamiento en el warm up, se tocaron y se llamaron de todo.
Otra lucha en la clasificación es la que llevan Fonsi y Alzamora por acabar quinto y ser el mejor español de la categoría. Este segundo podio de la temporada debe ser el espaldarazo definitivo que necesitaba Alzamora para afianzarse en una categoría en la que está llamado a ser de los que marcarán la pauta el próximo año. Está a diez puntos del sobrino de Nieto y en Motegi fue él quien terminó delante en su lucha particular. Y con una gran actuación. Tras salir sexto y remontar en pocas vueltas hasta la rueda de McWilliams, el catalán se vio cómodo detrás del inglés y no se decidió a pasarle hasta la última vuelta. En un principio, McWilliams le salió respondón y el 'caracol más rápido de los circuitos' tuvo que devolverle la jugada con un precioso interior. Alzamora dijo después que fue la carrera más dura de su vida y también la más bonita desde que participa en el cuarto de litro.
