Pese a la mala situación por la que atraviesa el equipo filial en el Grupo III de Segunda División B, en el que ocupa posiciones de descenso, los responsables rojiblancos siguen manteniendo su total confianza en el entrenador, Carlos García Cantarero, y la intención es acudir al mercado de diciembre para realizar cuatro o cinco fichajes que permitan reforzar la plantilla, ya que el problema es que hay mucha juventud en la misma.

Se han dado cuenta que para esta Liga no se buscaron nuevos jugadores para el equipo de Cantarero. Se apostó por la gente de la casa y se traspasó a los chavales que la pasada campaña habían conseguido el título de campeones, aunque luego cayeron eliminados en la fase de ascenso. Por lo tanto, la postura es que el técnico siga adelante con sus ideas y se le den los futbolistas necesarios para mantener al conjunto en esta categoría, pues el proyecto que se maneja es el de intentar, en un corto espacio de tiempo, aspirar a que pueda subir a Segunda División A.