Alto al fuego en Afganistán durante los JJ.OO.

JJ.OO. Salt Lake City | Internacional

Alto al fuego en Afganistán durante los JJ.OO.

Alto al fuego en Afganistán durante los JJ.OO.

Los espondóforos eran pacificadores en la Grecia Clásica. Viajaban por el país para apaciguar ciudades en guerra. Hoy existe la Fundación Tregua Olímpica, que preside Samaranch. Ningún gobierno la escucha.

La tregua olímpica es cosa de otro tiempo. En aquellos siglos, en los que nació el Olimpismo, unos mensajeros llamados espondóforos viajaban por Grecia para apaciguar a las ciudades-estado que peleaban entre sí.

Los modernos espondóforos son los miembros del COI, pero, al contrario que aquellos vagabundos, a estos señores asentados en el poder nadie les hace caso. Y eso que existe una fundación Tregua Olímpica, presidida por Juan Antonio Samaranch y que reparte sus sedes entre Lausana, Atenas y Olimpia. La integran 20 personalidades de prestigio, entre las que están dos ex secretarios generales de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar y Boutros Boutros-Ghali. Pero su voz seguirá perdiéndose en el desierto.

Interés político. El secretario de Estado norteamericano (ministro de Exteriores), Colin Powell, no va a firmar esa petición de tregua olímpica. Y él es el único que interesa.

El próximo 8 de febrero, cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, solicite en Salt Lake City ese famoso e históricamente nunca conseguido alto el fuego mientras duran los Juegos, los B-52 americanos seguirán lanzando miles de kilos de bombas (inteligentes o no inteligentes) sobre los fortines talibanes de Afganistán y los barbudos integristas seguirán sojuzgando a las mujeres (y a los hombres) y asesinando a algún que otro periodista. Todo eso, si la guerra no ha terminado aún.

¿Tregua Olímpica? Existió en la Grecia Clásica, pero nunca en el mundo moderno, si estos lo son. Aquellos eran los tiempos de Pericles y Sócrates; estos son los de Bush y, salvando las distancias, de Osama Bin Laden. No hay tregua para nadie en el mundo actual.

El Olimpismo, imbuido de un espíritu pacifista al que no siempre ha hecho honor, jamás ha parado una guerra, pero las guerras han parado los Juegos en cinco ocasiones, tres en verano y dos en invierno. Cinco a cero: una goleada. La guerra de Afganistán parece que no va a impedir que los deportistas invernales se reúnan en Salt Lake City, aunque habrá bajas por temor a volar, por temor a estar allí, en el país que ha recibido el mayor golpe terrorista de la historia. Pero los Juegos se van a celebrar. No estaba tan claro hace algunas semanas. De hecho, la palabra "suspensión" se escuchó en algunos despachos, más fuerte de lo que se ha reconocido oficialmente. Pero los Juegos no pararán la guerra, eso es evidente. El 5-0 seguirá en el marcador.

¿Tregua? Ya lo ha dicho Colin Powell, el secretario de Estado norteamericano: "No habrá tregua olímpica. Haremos unos Juegos seguros en Salt Lake City y, desde luego, no dejaremos entrar en Estados Unidos a cualquiera que pretenda cruzar nuestras fronteras bajo el pretexto de competir en bobsleigh".

Lo del bobsleigh, lógicamente, es un simple ejemplo. De lo que se trata es de que los bombardeos van a continuar, si la guerra no se ha acabado para entonces, y de que, en todo caso, los deportistas olímpicos van a ser analizados bajo un microscopio, mucho antes de que lleguen a Salt Lake City, la capital de los mormones.

¿Tregua?Jacques Rogge la pedirá, pero su voz se perderá en el desierto. El único capaz de acatar la tregua es Estados Unidos y a los norteamericanos esta palabra, es estos momentos, les suena a blasfemia. Otras voces se han levantado también en medio del fragor bélico. Ayer, por ejemplo, 16 ministros de Asuntos Exteriores firmaron una declaración pidiendo esa tregua que nunca ha existido en los tiempos modernos. Destaca que, entre los firmantes, están Israel y la Autoridad Nacional Palestina, enfrascados en una lucha a muerte desde hace más de medio siglo. Los primeros firmantes (se esperan más adhesiones), son, además, Grecia (impulsora de la iniciativa), Turquía, República Checa, Bosnia, Albania, Armenia, Bulgaria, Croacia, Hungría, Macedonia, Jordania, Marruecos, Polonia, Yugoslavia y Rumanía.