El Atleti es madrileño

El Atleti es madrileño

Parece que el señor alcalde por fin ha caído en la cuenta que el equipo rojiblanco se llama Club Atlético de MADRID. El estadio Vicente Calderón se ha convertido en los últimos años en una joya deportiva de la ciudad, pero tiene graves carencias de accesos y aparcamientos para suministrar a los más de 45.000 asistentes que van a animar a su equipo las comodidades que se exigen en la actualidad. Yo recuerdo a un joven Álvarez del Manzano asistiendo a partidos del Atleti en compañía de sus amigos los García Lomas. Espero que en su memoria y en satisfacción de los numerosos seguidores rojiblancos haga el esfuerzo que todos ellos se merecen. También es un club madrileño, aunque en ocasiones la Administración lo haya olvidado.

No asistí por razones de edad al viejo campo de O’Donnell, ni a Vallecas en los tiempos del Aviación, pero sí durante muchos años al entrañable Metropolitano. Nunca, en los tiempos en que el conde de Mayalde regía el destino de los madrileños, se movió un dedo para resolver los problemas que tenía el viejo Stadium. Tampoco con Arias se resolvieron los problemas del Manzanares, al que incluso se le derribaron las pasarelas que facilitaban el acceso desde la otra orilla del río. Gracias a dos personajes como Jesús Suevos y Fernando Fuertes de Villavicencio, atléticos de corazón, pudo tener lugar la inauguración del nuevo campo sin que todavía se le hubiese concedido la licencia de obras. ¡Inaudito! Desde aquel lejano 1964 los alrededores del estadio colchonero han sufrido enormes modificaciones. Se construyó la M-30 por debajo de la tribuna, se hicieron pasos elevados sobre el aprendiz de río, se edificó en las inmediaciones... El Vicente Calderón tiene problemas externos, de competencia municipal, y hay que buscarles adecuada solución y llevarla a efecto sin pausa y sin demora. Todos los ciudadanos somos iguales en cuanto a la consideración que debemos merecer de las autoridades y éstas son elegidas para resolver los problemas.