El domingo el Atleti recibe a una de sus bestias negras de los últimos años en el Manzanares. Hace dos años el equipo onubense derrotó al rojiblanco sin disparar a puerta una sola vez en todo el partido. Un autogol de Juan Gómez firmó la sentencia de la presentación del equipo ante su público en Segunda. El año pasado un gol de vaselina de Raúl Molina selló un empate que privó a los atléticos de dos puntos importantes en su carrera hacia el ascenso. Esta vez los aficionados contemplan con optimismo el encuentro. La victoria de Mallorca ha confirmado las ilusiones que despertó el resultado de Barcelona y el juego realizado frente al Sevilla. Esteban es una garantía entre los palos. Albertini y Emerson combinan sus características en el centro del campo. Jorge es más que una promesa. El ‘Niño’ está en racha. Contra y Luis García cumplen su cometido. Correa quiere ser el que nunca debió dejar de ser. Y quedan en la recámara el trabajo de Movilla, siempre válido, la rapidez de José Mari, el olfato goleador de Javi Moreno y la calidad, con cuentagotas eso sí, de Dani. Si la defensa se asienta y cumple su cometido, es muy posible que la positiva racha onubense se rompa. Y la seguridad de una asistencia masiva y entregada.