Un Grande de España loco por los coches

Automovilismo | Fórmula 1

Un Grande de España loco por los coches

Un Grande de España loco por los coches

Alfonso de Portago murió con sólo 28 años en la mítica Mille Miglia

"Si muriera mañana, no por ello habría dejado de vivir 28 maravillosos años". Palabra de Alfonso Cabeza de Vaca, marqués de Portago, Grande de España y ahijado de Alfonso XIII, poco antes de perder la vida en la Mille Miglia, la mítica carrera italiana que se disputaba sobre carreteras abiertas. Fue el 12 de mayo de 1957 y se encontraba en su mejor momento deportivo.

Portago llevaba la pasión por el riesgo en las venas. Ya su padre demostró en la Guerra Civil una valentía fuera de lo común al destruir un submarino republicano: nadó hasta él con una bomba casera y lo hizo saltar por los aires.

Fiel a la tradición familiar, con sólo 17años Alfonso ganó 500 dólares en una atrevida apuesta: cruzó un puente por uno de sus arcos con una pequeña avioneta... También le encantaban los caballos pero se enamoró del automovilismo después de participar como copiloto en una prueba en México en 1953. La experiencia le entusiasmo y, desde entonces, las carreras fueron su vida. Como dinero no le faltaba, y coraje tampoco, compró su primer coche de competición, desde luego un Ferrari. Su calidad le permitió alcanzar los grandes premios y, hasta ahora, ha cosechado el mejor resultado español en la Fórmula 1, un segundo puesto en Inglaterra 56.

Fue testimonial, porque el marqués tuvo que ceder el coche a su compañero Peter Collins tras una avería del Ferrari del británico. Aquello le permitió entrar en los anales de la categoría y sumar la mitad de los puntos de un segundo puesto. Pero a él no le gustó nada esa orden de equipo. Tanto fue así, que Portago tomó a continuación un coche casi destrozado de Eugenio Castelloti, lo condujo como pudo hasta la meta y allí esperó, fumando un cigarrillo, a que cayera la bandera para entrar décimo.