"Al fútbol le ha faltado compromiso ante la guerra de Iraq"

Entrevista Lucas Alcaraz

"Al fútbol le ha faltado compromiso ante la guerra de Iraq"

"Al fútbol le ha faltado compromiso ante la guerra de Iraq"

aitor martín

Si Huelva fuera Nápoles diríamos que está siendo cosa de San Genaro. Pero no. Tampoco vale Cristóbal Colón, pese a que desde ahí salió para descubrir América.

Impresionante todo, empezando por esto: la ciudad de Huelva cuenta con 147.000 habitantes y 18.000 de ellos son socios del Recre. Más del diez por ciento. Según esta proporción, el Madrid debería superar largamente los 300.000 asociados. Para sentarlos a todos se necesitarían casi cinco Bernabéus. Tela.

Y más si pensamos que hace tres años apenas superábamos los cinco mil. Y se ha triplicado el número de peñas recreativistas, entre ellas la mía, porque existe una peña con el nombre de Lucas Alcaraz.

Si usted se presenta para alcalde, gana por goleada.

No es ésa mi intención.

¿Seguirá en el club o buscará otros horizontes, en teoría más cómodos?

No tengo ni idea de lo que será de mí después del 30 de junio.

No se escabulla.

Para nada. Simplemente digo que de aquí a entonces pueden pasar muchas cosas y que lo mejor es centrarse en el día a día. Si además de lo que tenemos encima se pone uno a pensar en el mes de julio, es fácil volverse loco.

¿Pero hay vida para el Recre sin usted?

El club tiene 113 años y yo llevo en él únicamente los tres últimos. Vida sí hubo.

Pero tanta lucha desigual quizá le canse. Esto no es una entrevista al uso, esto es definitivamente el relato de un milagro.

Acabaré decidiendo en función de lo de siempre, de que me interese el proyecto deportivo que se me presente. Eso será lo que hará que me quede o

me vaya. Las esplendideces, las promesas, todo eso realmente me importa menos.

Hoy tiene usted una ventaja: contra el Alavés juegan a las doce, mediodía; deberá esperar menos tiempo para salir de dudas. ¡Anda, que como ganen...!

No pasará nada, no me lo planteo como un partido a vida o muerte, pues quedarán otros nueve. Cuanto antes ganemos, mejor, claro.

¿Ha hecho cuentas?

Si ganamos cinco partidos, tenemos grandes posibilidades de salir. Es complicado, claro. A nosotros nos está matando el malísimo inicio de Liga que tuvimos. A estas alturas hemos sumado ya más puntos que en toda la primera vuelta.

Y en éstas se le rompe Xisco: para el Recre, Raúl.

Era el que mejor estaba de los de arriba, sí. Con un poco de suerte estará para la final de Copa.

En Mallorca le temen; es de allí y ya sabe: no hay peor cuña que la de la misma madera.

Sí, es de Manacor. Y estaba muy bien. Sus goles, y el esfuerzo de todos, nos han permitido recortar la diferencia con el cuarto clasificado por abajo, que llegó a ser de once puntos y ahora es de tres.

¿Dónde está el secreto, Lucas? Porque el dinero no es.

Para nada. El Recre es un trampolín, no un club donde hacerse rico.

Me contaron que si descienden, los contratos de todos ustedes se reducen al cincuenta por ciento. El que cobra seis kilos se queda en tres.

Es que no hay otra solución, seguramente. Lo nuestro se resume en un presupuesto de 2.000 millones, y hablemos en pesetas, 460 de los cuales se los llevan Hacienda y la Seguridad Social, y otros ciento y pico se dedicaron a la Ciudad Deportiva. Para el equipo quedan entre 1.300 y 1.400. No es que seamos el de menor presupuesto en Primera, es que hay cuatro o cinco en Segunda con más posibilidades.

Ese dinero es el que el Barça cavila si darle o no a Kluivert, más o menos.

Pues eso. Nuestro mercado sólo puede estar en Segunda A o B y la gracia está en que gente como Viqueira, Benítez y compañía dan la talla y valen para Primera. Dice usted que lo nuestro es un milagro: conforme. Si encima acaba bien, será el colmo. Sabemos que nuestro horizonte se basa en el sacrificio.

El año pasado hubo un momento en que más del sesenta por ciento de los goles de su equipo llegaban en jugadas de estrategia. ¿Es más difícil ejecutarlas con éxito en Primera, acaso sus colegas de ahora estudian más a los rivales que los de Segunda?

No es eso. La diferencia entre un año y el otro está en la finalización; ahí estamos menos acertados. Pero trabajar, le aseguro que trabajamos.

Lo difícil y loable es mantener ese nivel de sacrificio durante ya ocho meses de competición: no bajar la guardia pese a saberse el más modesto del campeonato, el que cuenta con menos opciones para permanecer en Primera. ¿Nunca temió un desfallecimiento del equipo o la afición?

No, nunca. Por ilusión, el Recre es el más grande de España.

Se dice que el peor es el primer año entre los grandes. Si se mantienen, igual no los bajan de ahí ni a empujones. ¿Tiene esa sensación?

Hay un hecho cierto y es que la Ciudad Deportiva está pagada y habrá más dinero para fichar. Porque aquí, para saneado, el Recre. El más saneado de la Liga; esa Copa ya la hemos ganado. Y sí, es posible que si nos mantenemos, la próxima temporada resulte más cómoda que ésta. Pero nunca hablaremos de un Recre con 5.000 kilos de presupuesto.

Se le ha escapado a usted lo de la Copa.

Ya que estamos, insistiré en que no teníamos ni tenemos nada contra Elche, que es una bonita ciudad, ni contra su estadio, que puede acoger perfectamente la final. Nuestras diferencias se referían al número de localidades que tendrá nuestra afición a su alcance. Es una cita histórica para Huelva y nos pareció que Mestalla, que tiene más aforo, nos convenía más. A Madrid, por citar otra alternativa, irían veinte mil onubenses, segurísimo que sí.

Explicado está.

Que iremos encantados, vaya.

Por cierto, usted es hijo de Felipe Alcaraz, el líder de Izquierda Unida. No se trata de pretender que sea usted la bandera de nada, pero por la cosa familiar quizá tiene estas cuestiones más claras que otros entrenadores.

Bueno... En general, el fútbol vive estas cosas a su manera.

Sin compromiso alguno, quiere usted decir.

Hay un vacío, sí. El fútbol se debería involucrar más en la guerra de Iraq, en estas cosas, y adquirir un compromiso, en efecto.

¿Quién debería capitanearlo? ¿La AFE quizá?

Todos, eso es tarea de todos y está claro que ha faltado comunicación y voluntad para afrontar el problema, que ha sido gordo. Estamos acostumbrados a que sean las instituciones y ciertos organismos los que articulen ciertas medidas que, desde luego, esta vez han brillado por su ausencia.

¿El vestuario del Recre es de izquierdas?

Hay de todo. La mayoría ha estado en contra de la guerra, como es natural.

¿Cómo la vivió usted?

Con la misma angustia que todo el mundo: angustia porque empezara y angustia porque acabara una vez empezada. Hay un montón de intereses, de influencias políticas, económicas, sociales...

¿Habla con su padre de estas cosas?

No demasiado, la verdad. El tiene sus cosas y yo las mías, en ciudades diferentes... Nos vemos de vez en cuando, como sucede entre padres e hijos en circunstancias parecidas.

No hemos hablado sobre el Alavés. Lo que va de ayer a hoy, ¿eh?

El fútbol es cambiante, pero se trata de un equipo con gente experimentada, que va a manejarse bien en estos momentos complicados para muchos. Nosotros estamos en el mismo lío: hoy jugamos contra ellos y el domingo siguiente, en Santander. Fíjese que seis puntos...

Sí, parecen cien. Le cuento un chisme, para que se anime: el jueves estuve en Manacor, en una charla invitado por el Mallorca. Alemany, su presidente, me dijo que está seguro de que ustedes mantendrán la categoría.

Le agradezco el deseo. Pero la final se la querremos ganar igual, ¿eh?

No me la perderé Dios mediante.

Haremos todo lo posible para que sea una gran final; también el Mallorca.

Final entre honrados.

Eso, seguro.