El palco del Ruiz de Lopera era un volcán el domingo. Don Manuel bajó encendido al vestuario y Juan Luis Aguado, en mitad del guirigay que se montó tras el gol de Domoraud, dijo que ya se podían olvidar de la UEFA, que este Betis no está para nada. Y hay incompatibilidad. De caracteres y opiniones. Víctor discrepa. "Respeto las palabras de todo el mundo, pero ese es un discurso que no comparto. Me decepcionaría que la plantilla bajara los brazos y cayese en el desánimo. Nosotros vamos a luchar hasta el final". Es más, no parece que el técnico tenga demasiado en cuenta la frase del portavoz y consejero del Betis: "No le tengo que pedir explicaciones a nadie. Esas palabras ni nos perturban ni nos distraen. No nos vamos a rendir porque tenemos un reto importantísimo, un desafío de aquí a que termine la temporada. Y en eso estamos centrados".
A Víctor le ha tranquilizado, sobre todo, la actitud del equipo ante el Espanyol. Porque dio la cara. Su enfado con la plantilla después del partido ante el Athletic era terrible. Ahora las cosas han cambiado: "Pública y privadamente le reproché a la plantilla su actitud en el partido ante el Athletic de Bilbao. Allí el comportamiento de los futbolistas no me agradó. El domingo lo único que no me agradó fue el resultado, porque los jugadores no merecieron ese premio final. Quedan seis partidos y tenemos tantas posibilidades como cualquiera. No como el que más, pero hay vida. Estamos trabajando en circunstancias difíciles y no tenemos ese punto de acierto. Necesitamos mucho para sacar los partidos adelante y vamos a contracorriente por las lesiones, pero lucharemos".
Mensaje. Víctor no quiso entrar a valorar a fondo la pitada de la afición al equipo, recordó a la hinchada que debería ser más comprensible en algunos momentos: "A lo mejor no ha existido conciencia real de las vicisitudes que ha pasado el Betis durante la temporada, pero la reacción de los aficionados suele ser espontánea y, en un momento de acaloramiento, es comprensible. Lo único que me decepcionó el último día fue el resultado, pero mi análisis no puede ser parcial. Lo haré a final de temporada. Por ejemplo, si hiciéramos un análisis parcial del partido del Espanyol, estaríamos en zona UEFA". Pero Víctor mandó un mensaje de compromiso al beticismo. Pelearán hasta el final. Eso sí. No entrar en la UEFA no significaría un fracaso: "Las circunstancias no son las mismas que en la temporada pasada. Ahí están Alavés, Valencia, Real Sociedad... ¿Si alcanzaremos el objetivo? Es difícil repetir una misma temporada y a veces te sientes superado por tanta desgracia pero nosotros lo vamos a intentar con todo".
Lopera abroncó a sus jugadores y el técnico se reunió con Del Sol
Es evidente que el entorno del Betis es un volcán. Lopera está que trina con su plantilla. El empate de Domoraud le sentó como un tiro a Don Manuel, que bajó desesperado hacia el vestuario para hacerle ver lo descontento que estaba con la actitud de los suyos. Ahora mismo, el hombre más respaldado por el presidente en el vestuario es Víctor. La confianza del presidente en el técnico es absoluta y el enfado de Lopera se dirige hacia la plantilla. Y lo que pensaba el domingo era justo lo mismo que tras el choque ante el Espanyol, pero esta vez tenía a los jugadores a tiro. Por otro lado, Víctor se reunió con Del Sol. Asunto: altas... y bajas. La palabra de moda es desfichar.
