La suerte del campeón

La suerte del campeón

Si alguien tiene alguna duda de que los campeones como Lance Armstrong suelen tener la suerte de cara, les remito a la etapa de ayer. Tenía su miga. Un trabajo extra del US Postal para mantener el maillot amarillo de Víctor Hugo Peña hubiera podido resultar nefasto por aquello del desgaste innecesario. Sin embargo, Armstrong, que es muy listo, no se preocupó del amarillo de Peña. Y a esa sangre fría del americano hay que añadirle la suerte, esa suerte que los campeones como Armstrong acostumbran a tener de cara. Porque resulta que el trabajo duro para acabar con la fuga del día se lo hicieron Lotto, Rabobank y Fassa, que lucharon por la victoria de sus sprinters.

Una vez más esa victoria fue para el italiano Petacchi. La verdad es que con él, casi ni se le echa de menos a Cipollini. Los italianos ya pueden estar tranquilos porque tienen el relevo del bello Mario asegurado. Y además está cortado por el mismo patrón: guapo, fuerte... y que no perdona si llega a los últimos metros. Hoy los sprinters, y más del estilo de Freire o de Zabel, tienen su última oportunidad antes de la montaña. Y nombro a estos corredores porque la etapa es muy propicia para ellos, con un puerto de tercera y otro de cuarta en los últimos 70 kilómetros. Tampoco olvidemos a Bettini, un valiente cuando se empina la carretera.